Macael - Almeria

He leido en la pagina "Diócesis de Almeria" que el próximo jueves 29 de julio será presentado el nuevo parroco de Macael. Se llama Francisco Trujillo.
Yo lo conocí en una ocasión en el Hospital de Huercal Overa, y me trato muy bien.
Espero que la gente de Macael lo acoja de buena manera y sea uno más de nuestro pueblo.

Bienvenido sea. ¿Por qué se va el anterior?

Esperemos que no sea un párroco cuadriculado ni chapado a la antigua, porque la procesión de El Resucitado puede mandarlo directamente a la tumba.

Hola, el nuevo párroco no se llama francisco, se llama Oscar, y esta ahora en huercal - overa, el jueves es su presentacion, yo lo conozco y es muy simpatico, no se parece en nada a don Pedro. Que porque se va el cura?? primero por que cada x tiempo los cambian de parroquia y segundo porque pedro ya lo tenia solicitao el cambio desde los primeros dias que vino, nunca le ha gustado ni el pueblo ni su gente ni nada, dicho porel mismo, estaba amargado en este pueblo y se queria ir. Yo la verdad, que casi lo prefiero, porque te cobra hasta por respirar y luego no te lo comas de vista, que mucho cura sera pero su mala leche tb la gasta... vaya donde vaya que le vaya bien... probaremos este nuevo a ver que tal.

¿Por qué hay tanto "desgraciado" que se encuentra mal en Macael? No me refiero al párroco, sino a maestros y profesores, entre otros, que echan pestes del pueblo. Se vive tranquilo, la gente es acogedora...Además, si estás allí es que Macael o alrededores te dan de comer, habría que ser un poquito más agradecido.

Pues nada, que les vaya bien a los dos.

En realidad se llama Oscar Francisco, y es bastante joven.
Solo espero que le vaya bien su estancia en Macael.

la gente se quiere ir del pueblo porque es insoportable, la gente es muy paticular. en ningun pueblo de la comarca sucede lo que en macael.

¿Qué sucede en Macael, que gentuza de pedanías a las que no ha llegado ni la luz ni el agua hasta hace años (o meses) cree merecer en un lugar mejor?

Anda y que se vayan a sus puebluchos a echar de menos el agua corriente y la luz.