Bipartidismo dos ejemplos de cómo la ausencia de control de la actividad del ejecutivo lleva a situaciones tan dantescas como que un Director General de Trabajo gastase dinero público en cocaína (sin entrar ya en el tema de los ERE´s, Invercaria, etc. etc. etc.) o que obras públicas multiplicasen hasta por diez su inicial valor de licitación (caso Palma Arena). Ello pone de manifiesto que que las mayorías absolutas se convierten en la práctica en mayorías absolutistas. La falta de control de la actividad del ejecutivo deriva en situaciones difíciles de explicar. Esta práctica, vivida en España, desde los orígenes de la democracia resulta sumamente perniciosa para la higiene parlamentaria y, en definitiva, para el buen funcionamiento de un sistema de participación democrático en la medida en que la actividad de control de la labor del ejecutivo le es hurtada a la oposición. Visto lo pernicioso que resultan las mayorías absolutas, el próximo 25M Andalucía debería de repensar qué hacer con su voto. Cada uno es libre de votar la opción que mejor le parezca, si bien ello no me resta ápice alguno para señalar que opciones capaces de superar la visión bipartidista serían necesarias para la regeneración del sistema. |