Castro de Filabres - Almeria

Aviso andaluz a navegantes y la guerra entre Chaves y Griñán

Una amistad se resquebraja y el PSOE está más cerca de perder su gran feudo. Un enfrentamiento que se creía ilusorio remueve los cimientos del socialismo andaluz.

El gran feudo se tambalea. El PP podría vencer al PSOE en Andalucía y alcanzar el Palacio de San Telmo por primera vez en la historia democrática. Por mucho que Leire Pajín quiera hacer que los suyos miren para otro lado afirmando que Rajoy y Arenas son expertos en ganar sólo en los sondeos, los dirigentes socialistas están angustiados por la marcha de su partido en toda España y, muy especialmente, en Andalucía, por lo que tiene de significativo.

Los socialistas han patrimonializado las instituciones andaluzas durante los últimos treinta años, han desarrollado una economía muy dependiente de las subvenciones y han construido un potente aparato propagandístico y mediático a golpe de talonario y de promesas incumplidas una tras otra, que sin embargo ya no logra acallar las denuncias de corrupción en la Junta de Andalucía que saltan por demasiados lados. Ello debería bastar para que los andaluces apostasen por el cambio en las elecciones autonómicas de 2012. Si bien, el varapalo allí puede llegar antes, en las próximas elecciones municipales, donde los socialistas pueden perder, un año antes de las elecciones autonómicas andaluzas y generales, el poder municipal y el de la diputaciones provinciales.

De hacerse realidad el desalojo del socialismo en Andalucía nadie duda que Mariano Rajoy estaría mudándose al Palacio de La Moncloa. El escenario abierto en la comunidad autónoma se debe a diversos factores. Entre otros, la fortaleza del Partido Popular en las grandes ciudades, la renovación que eficazmente ha impulsado Javier Arenas para acercar su partido a los ciudadanos y, cómo no, la indigestión socialista ante el relevo de Manuel Chaves por José Antonio Griñán.

El ímpetu demostrado por el presidente de la Junta por hacerse también con la secretaría general del PSOE-A en manos del vicepresidente tercero ha puesto en peligro su añeja amistad. Para evitar el riesgo de llegar a un punto de no retorno, Chaves y Griñán se reunieron para sellar fugas y negar diferencias. La decisión finalmente fue salomónica: José Antonio Griñán se hará con las riendas del partido antes de 2012, en contra de los planes iniciales de su mentor, Manuel Chaves.

La dirección federal del PSOE no quiere abrir melón alguno durante la presidencia española de la Unión Europea, aunque apoya el fin de la bicefalia. La secretaria de Organización, Leire Pajín, es una de las más firmes defensoras de un presidente de la Junta de Andalucía resignado a no sacar los pies del tiesto. De hecho, Griñán espera pacientemente para mover la ficha de un congreso extraordinario que cierre de una vez la sucesión de Chaves, según relatan a El Semanal Digital fuentes solventes.

Es evidente que la bicefalia no ha funcionado hasta el momento y no hay garantía alguna de que vaya a funcionar hasta la celebración del cónclave extraordinario. Manuel Chaves ha modificado a regañadientes sus planes, pero José Antonio Griñán no ha sido el único descontento. Más de uno y más de dos dirigentes reconocen que el hecho de que el secretario general sea a la vez vicepresidente tercero del Gobierno de Zapatero viene provocando serias disfunciones.

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