Yuyu En esta parte de Andalucía se suele decir yuyu, cuando uno siente miedo, repeluco. Es algo parecido, como le pasa a mi gata, - se le ponen los pelos de punta y se pone en posición de ataque - cuando se acerca un perro y eso que tengo cuatro y no terminan de tolerarse. Es algo que hemos heredado, que está en nuestros genes y nos predispone a ponernos en guardia. A recular. He sentido yuyu, cuando he llegado al Bajo Guia de San Lucas y he visto como la gente se amontonaba al rededor de las barcazas, para pasar al Parque de Doñana. El lugar es impresionante - al menos para mi, - puesto que me he encontrado en mi imaginación con los fenicios, los griegos, los romanos, los árabes, en sus barcazas en aquella amplia desembocadra del río de Andalucía. Me he imaginado la entrada y salida de todos aquellos antes mencionados y también, con aquellos que llegaban de las indias recién descubierta América. Todos aquellos antepasados nuestros ¿serían, necesitarían,... soñar?. Me he separado del grupo, me he desclazado, en un principio he puesto los pies en agua y después me he pueso a andar con dirección a Cádiz. Me he colocado los auriculares del MP3, he puesto la música de Il Divo y he terminada la tarde escuchando el CD de los niños de coro. He vuelto a disfrutar - ya tengo atardeceres a mis espaldas, puesto que conosco los que se pueden disfrutar desde el Generalife y sobre todo los que he vivido en Tarifa donde he estado trabajando 25 años - del atardecer. Pués todo esto lo he disfrutado a medias. Todos estos placeres, se suele decir que no se disfrutan en plinitud si no se comparten y por supuesto ni se me ocurre escribir lo disfrutado. Por lo tanto, sin ser compartidos y sin poder describirlos, ni tan siquiera lo he disfrutrado en la mitad de su plenitud. Me considero un pardillo, al describir, el atardecer, en mis retinas. Imposible poner palabras de la sensación en mis pies, del agua y de la arena en una playa solitaria. Mis oidos estaban en el septimo cielo, escuchando Il Divo y a las voces blancas de los niños del coro. ¿Os acordais de las estrofas: soy un ave solitaria, / y amí me gusta soñar?. !!!!Que necesitaba una tarde como esa!!!!. !!!!Que tenemos que darle rienda suelta a nuestros sentidos!!!!!. !!!!Que pueden atrofiarse!!!!. Lo siento, otro años - si Dios quiere - os cuento como se pasa, "haciendo el camino por las arenas, ... hasta llegar al Rocío. Vivo en Cádiz desde hace más de 32 años y aún no he visto las marismas, donde se encuentra la ermita de la Blanca Paloma. Ataluego. |