Benínar - Almeria

4.- Sueño ¡qué tierra tan hermosa!

Intenté dormir
pero el sueño no acudió a mi llamado.
Verdad es que la separación enferma el alma
y prende en las entrañas ascuas vivas.
En aquel lugar había paz y sosiego,
¡qué tierra tan hermosa
que cuando mis plantas paseaban sus calles
derramaban y esparcían sus muros
perfumes dulces de alegría¡
Era en aquella época un paraíso y nadie,
nadie, ni las materiales preocupaciones,
ni las ulteriores congojas
que acabarían con posterioridad nuestro futuro,
perturbaban el sueño de sus hijos,
ni el dulce abrazo de la persona amada,
ni el plácido reposar de los ancianos.
Sí, si, lo diré una vez más,
era un paraíso.
Fueron años de felicidad,
una feliz estancia que, por desgracia,
terminaron con un no vivir viviendo,
un morir, un huracán en mis entrañas.
Pueblo del alma, tu amor llevo
dentro del corazón, aunque no siempre
lo expreso con palabras; ¿por qué, pues,
te alejas, y con tu ausencia
el corazón torturas?
Nada tuvo sentido, por eso
¡alguna vez volverá esa paz,
que ahora se ha perdido y que parece lejana!
Sé yo que lo veré,
es seguro que vendrán
esos nuevos días, aún lejanos.
Dios nos la devolverá algún día para siempre,
pues es lo cierto que la puso en un lugar al sol
y le colocó de alfombra una inmensa vega
de color verde, regada con mil acequias de aguas cristalinas,
alimentadas por un río que la dividía y andaba entre las alamedas
que habitaban en sus orillas,
oyendo ensimismado el canto de los ruiseñores.
Si Dios nos ha separado,
se despertará el clamor de su clemencia
mirando cómo son de abrumadoras
en las noches las nostalgias.
El que en las nubes tiene su morada
nos dé el vocío de su gracia,
en la necesidad de estar unidos,
en esta dispersión ya demasiada
y que ha de concluir,
a la voz y llamada del santo patrón,
con el regreso definitivo al paraíso perdido,
donde podemos reedificar la iglesia
en el monte que emerge de las aguas.
!Ay, mi tierra,
quien me diera que me alegraras con tu compañía
y antes que la ausencia me dé muerte
me vuelvas a la vida¡
De tu nombre no me olvido
y tus caracteres dentro de mi alma
están grabados y tu lejanía
es tan amarga y tan gravosa.
No quieras que te deje,
donde vaya, vendrás tú,
donde more, morarás conmigo,
si no llegas tú, moriré yo
y en tu añoranza encontraré sepultura.

Que poesia tan hermosa y tan llena de sentimiento, tu alma aun sigue triste, muy triste, espero que el tiempo, pronto mitigue ese dolor que se alberga en ella.

Un abrazo.

Me suena como si fuera de Vargas Vila. que nació en Bogota y tiene cientos de obras.
Pazzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

Muy hermoso,lo reeleré muchas veces, para contagiarme hasta la médula de esos sentimientos que son de muchos, pero solo unos pocos sabeis escribirlos...

Un saludo, Juan.

bonito disco lastima
que no te hayas registrado
esta precioso no lo había sentido nunca. saludos. marina.