Benínar - Almeria

Mucho han cambiado las cosas desde antaño, la visión del antiguo cementerio trajo recuerdos a mi memoria.
Los recuerdos en algunos es lo único que nos queda, recuerdos de una sociedad que no perdonaba el más mínimo desliz.
Recuerdo a mi madre con un pañuelo negro cubriéndole la cabeza porque enseñar su cabello era sinónimo de falta de respeto.
Recuerdo los duelos y funerales, el desgarro con lágrimas enjugadas, noche de guardia hablando de… cosechas.
Recuerdo ese televisor apagado, sin emitir el más mínimo murmullo para no faltar el respeto, acompañado de esa caja llamada radio.
Recuerdo el dilema tierra o nicho, los pobres descansábamos en la tierra cumpliendo lo que decía la Biblia, tierra a la que habíamos mimado y que nos había alimentado. Tierra que nos vio nacer y que nos acoge al morir.
Recuerdo el aluvión de manos, besos y abrazos lamentando tan terrible pérdida, maldiciendo al diablo y diciendo que la vida sigue.
Recuerdo ver a mi vecina de rodillas ante la tumba de sus padres, rezando y llorando a pesar de llevar treinta años muertos.
Recuerdo a mi madre y abuela limpiando de yerba aquel trocito de terreno donde descansaba aquel que me dio la vida.
El primero de noviembre es el día de los recuerdos, de los tristes recuerdos.
Lo que no logro recordar es la fiesta, los disfraces, el jolgorio, el tocarme a la puerta y preguntarme ¿Truco o trato?, el ver legiones de chiquillos disfrazados gritando “es Halloween” y yo me pregunto ¿y que narices es eso?
Saludos.

Apuleyo, muy bonito el recuerdo que nos has contado, aunque no sea demasiado alegre.

Se me olvidó:
Mi reconocimiento a una beninera que cuando fue a comprar claveles compró unos cuantos más para colocarlos en la tumba de una de las maestras (la señorita Salud) que ya no tiene quién le lleve el uno de noviembre un ramito.

Lasviñuelas, estás completamente equivocado. Hay mucha gente que se acuerda de la señorita Salud, entre ellas mi madre, que no hay un año que no lo ponga flores. No quita las que hay aunque estén mal, ya que piensa que son de otras personas y todos tienen derecho de poner las suyas. Son varias las personas que se acuerdan de ella.

Charo Ruiz

Tienes toda la razón Charo, mi madre y mis tias cada año le ponen también un ramito de claveles.

Angelina q alegria! cuanto tiempo, ya era hora q dieras señales de vida, nos tenias muy abandonados, me alegro un montón de q estés aquí de nuevo.

Un beso.

Eso son las costumbres Americanas, q como segun ellos todo lo suyo es lo mejor, tratan de imponerlas ha todo el mundo.

Cuantos recuerdos me trae
el antiguo cementerio,
aquellas cosas de antaño
que hoy recuerdo con anhelo.

A mi memoria me trae
lo único que me queda,
pensar en ti Benínar
pensar que te tengo muy cerca.

Te recuerdo como a mi madre
con pañuelo negro de seda,
señal de luto y dolor
de alguien de cerca se muera.

Muchas noches de luto
he pasado junto a ti
por aquellos seres queridos
que todos tenemos allí.

El mejor descanso en la tierra
por ella estamos aquí,
a ella volveremos siempre
nadie podrá impedir.

Cuantos recuerdos tengo Benínar,
cuanto me acuerdo mi madre,
que celebro por el mundo
por el medio que nos depare.

Río Verde