Benínar - Almeria

Al igual que los árboles necesitan de sus raíces para mantenerse en pie, su desarrollo y supervivencia, nosotros los humanos también necesitamos de nuestras raíces para una vida normal. Nuestras raíces son nuestros ancestros, nuestros antepasados, son aquellos de los cuales hemos heredado nuestra particular forma de ser, hemos heredado nada más y nada menos que nuestros genes.
Hay personas que fueron dadas en adopción y cuando son algo mayores se vuelven locas buscando sus raíces, sus orígenes, tratando de localizar a su familia, a sus padres, a sus hermanos, etc. Es una necesidad que necesitamos saber para una buena estabilidad emocional.
Cuando se es joven apenas si se interesan las personas por estas cosas, pero conforme van llegando los años nos interesamos mucho más por estos temas.
La mayoría sabemos quienes son nuestros padres, nuestros abuelos y tal vez nuestros bisabuelos, pero a partir de ahí hay un muro que no sabemos cómo atravesarlo. Muchos quisieran saber más y más, aunque ya no es tan fácil, se pone todo muy cuesta arriba, habría que ser un experto en investigación y buscar en los archivos. Desgraciadamente en Benínar estos archivos se quemaron y no hay posibilidad de tal investigación. Siempre seguiremos pensando de donde vendrían nuestros antepasados, ¿tal vez nuestros orígenes vienen de aquellos 10 viejos cristianos que llegaron a nuestro pueblo después de la expulsión de los moriscos?, con esa interrogante viviremos el resto de nuestros días.
Un saludo.-

Padres son 2, abuelos 4, bisabuelos 8, tatarabuelos 16, luego 32, 64, 128, 256, 528, 1024,...

Es decir, pasadas unas cuántas generaciones atrás dejamos de ser descendientes de unas individualidades concretas y más bien somos el resultado de toda una comunidad de personas. Hay que consolarse con ello. Se puede ser descendiente de uno de los 10 primeros que llegaron hace 400 años, pero al pasar 16 generaciones, hasta llegar a uno mismo "han intervenido" en el camino los genes de otras ¡65000 personas!. Es decir, somos el resultado de los pioneros más la intervención de una multitud de personas que se fueron "incorporando" a lo largo de toda una historia. Tan importante fue el primero como el número 2500 de nuestros antepasados. Es más, el 2500 al ser más cercano es más nosotros mismos. Y según esta regla, nuestros abuelos, nuestros padres son casi nosotros.

Visto así no es imprescindible disponer de una "guía telefónica" con los nombres de nuestros 65000 antepasados de los últimos 400 años... Si se tiene, vale, pero serán nombres anónimos de los que poco sabemos. Los importantes son padres, abuelos, bisabuelos y poco más, de los que sí sabemos más directamente.