Benínar - Almeria

Nuestro Rio Verde
Nuestras calles.
Nuestras Fiestas.
Nuestra Ermita
Nuestro buen hacer.
Que queda.

Tú.

:d :d :d :d

No escribas queda.
¿Estás en las gradas?,o,
estás en el tajo trabajando?
labrando los cerros del recuerdo
que circule el entendimiento.
¿Limpiando las acequias del olvido?
¿Estás arrimando los hombros?
Pregunta: ¿cuanto hay que hacer?
Aporta: Aquí está mi esfuerzo,
mi tiempo y nada os pido.

Si estás en pleno juicio compra una libreta
para dejar escritos todas tus vivencias
todos tus recuerdos. Los tuyos, los míos,
que ya todos juntos, todos encuadernados
formarán una sola historia
de aquel pueblo roto: Beninar
la bien guarnida en los brazos,...
que dejamos romper entre todos
y en la penitencia del pecado por omisión
están mis insomnios, ojos distraidos.


De verdad no entiendo
que entierren contigo
todas tus vivencias
todos tus recuerdos.
No te pertenecen.
Más tarde o temprano
los recordarán
tus descendientes
tus hijos
tus nietos
y también los míos.


Me tomo la libertad de trascribir lo "colgado" ayer por Viñuelas, en la carpeta Trovos y Espinelas, respondiendo a quien se pregunta: Que es de nuestro querido Beninar.

Saludo a todos los benineros.

Pienso que nadie se tomará como un "rapapolvos" las palabras de Viñuelas.
Bueno, creo que es un rapapolvos con todas las de la ley, pero un rapapolvos que a nadie ofende aunque dice las cosas muy claras.

Son unas palabras maravillosas. Me quedo sobretodo con el final:

"No entiendo que entierren contigo todas tus vivencias y todos tus recuerdos".
"No te pertenecen" (hay que compartirlos!!)
"Más tarde o temprano, los recordarán (o te los reclamarán)tus descendientes".

Así, que como dice Viñuelas... A coger lápiz y papel para que todo quede escrito; hasta lo que parezcan tonterías. Seguro que son importantes para la memoria colectiva de Nuestro Pueblo.

saludos.

Estoy totalmente con vosotros!!!!!!!!!!!!!!besos.....prometo comentar...

---Recuerdos---

Yo recuerdo…recuerdo…

como contaros mí recuerdo,
seria pecado…
y mi penitencia
bien la he pagado

Por orgullo, la deje marchar
maldito orgullo, que se enraíza en el alma
y ya más nunca, te deja en calma,
en todas partes, te me apareces
hasta cuando me lavo la cara
en la zafa, veo tu cara
en el agua te me reflejas.

Y cuando en lecho estoy
con mi mujer, cuantas veces
a punto estuve de decir tu nombre,
porque eres tú la que está conmigo,
porque eres tú a la que beso
a la que acaricio... a la que quiero.

¡No hables mujer! quédate callada…
que quiero seguir soñando,
que a ella, estoy abrazado.
Que tuyo es el cuerpo,
pero es a ella a quien estoy amando.

Dedicado a los benineros y benineras que por el maldito parné, por los bancalillos o por orgullo y estar mal aconsejados le dieron la espalda a un amor que podía haber sido el verdadero en sus vidas.


PENAS Y ALEGRÍAS DEL AMOR.

Mira como se me pone la piel cuando te recuerdo
por la garganta me sube un río de sangre fresco
de la herida que atraviesa
de parte a parte mi cuerpo
tengo clavos en las manos
y cuchillos en los dedos
y en la sien una corona
hecha de alfileres negros
mira como se me pone la piel cada vez que me acuerdo
que soy un hombre casao y sin embargo te quiero.

Entre tu casa y la mía hay un muro de silencio
de ortigas y de chumberas, de cal, de arena y de viento
de madreselvas oscuras
y de vidrios en acecho
un muro para que nunca lo pueda saltar el pueblo
que está rondando la llave
que guarda nuestro secreto.
Si yo se bien que me quieres y tu sabes que te quiero
y lo sabemos los dos
y nadie puede saberlo.

Salgo de mi casa al campo solo con mi pensamiento
por acariciar a solas la tela de aquel pañuelo
que se te cayó un domingo cuando venías del pueblo
y que no te he dicho nunca mi vida que yo lo tengo
y lo estrujo entre mis manos
lo mismo que a un limón nuevo
y miro tus iniciales y las repito en silencio
para ni que el campo sepa
lo que yo te estoy queriendo.

Ayer en la plaza nueva, vida, no vuelvas a hacerlo
te vi besar a mi niño, a mi niño el más pequeño
y como lo besarías ¡ay virgen de los Remedios!
que fue la primera vez que a mí me diste un beso
llegué corriendo a mi casa
alcé a mi niño del suelo
y sin que nadie me viera como un ladrón en acecho
en su cara de amapola mordió mi boca tu beso.

Ay que alegría! ay que pena! quererte como te quiero
mira, pase lo que pase aunque se hunda el firmamento
aunque tu nombre y el mío
lo pisoteen por el suelo
aunque la tierra se abra y aun cuando lo sepa el pueblo
que claven nuestras banderas
de amor a los cuatro vientos
Sigue queriéndome así tormento de mis tormentos
Ay que alegría! Ay que pena!
quererte como te quiero.

Canción de Francisco.

Esta versión es más bonita que la de Francisco.