Benínar - Almeria

A menudo recuerdo los baños que de niño me di en las balsas y río de Benínar. La de Cintas, el Cortijuelo… han sido algunas donde me bañé. Algunas veces acompañado de alguna culebra de agua que desaparecía al meternos en el agua.

En el río el baño era especial, se iba con toalla y bote de champú para asearse. El agua limpia y cristalina nos dejaba el pelo sedoso y la piel reluciente.

Recuerdo un verano en el que hubo un accidente en el río, un muchacho se tiró de cabeza y se golpeó con una piedra hiriéndose ¿Alguien recuerda quien fue?

Saludos Benínar.

A juzgar por el tiempo transcurrido, nadie recuerda lo del accidente o bien sí lo recuerden los que no leen este Foro de la amistad.

Bien, pues yo sí recuerdo un baño en el río Verde, en un meandro cerca del pueblo, con el bañador de Adán. El agua caliente y cristalina, nada parecida al agua del río Cardoner -actual Cardener- donde aprendí a nadar en Súria (BCN), sin saber la contaminación que llevaba por el vertido de la industria fabril.

Mis baños en Benínar los realizaba en un salto de la acequia ¿La Vega? que había junto a un viejo cubo de una antigua almazara que tenía mi abuelo Pepe. Nunca me he duchado con tanto placer en plena naturaleza, ignorando que las acequias solían hacer un recorrido "turístico" por los retretes de los barrios Hondillos de los pueblos vecinos.

Pero prefería eso a "molestar" la fauna de las balsas y, era menos peligroso que la contaminación industrial.

El sitio mas frecuentado para bañarse en el río era "El peñón de la jaca"

Antonio Callejón tu tienes que tener fotos de ir a bañarte a la balsa de Juan el Nene en el Cejol. En dichas fotos está tu amigo Fausto, estás el de Vitoria, José Mari, Paco el de Adelaida, Pepe el de Angustias y yo entre otros. Puede que fuese a últimos de los setenta.
En el río había otro charco como por ejemplo, el que había casi a la salida del Barranco del Capitán.
Como olvidar la segunda balsa más grande que teníamos en Benínar (la más grande es la de Hirmes) que era la que estaba en La Mecila. Esta se caracterizaba por la cantidad de culebras.
Las dos balsas que tenía el Cortijo del Canónigo.
Las balsicas que existían repartidas por el pueblo: La de la Niña Carlota. La de El Regalao. La de María Fernendez y la que había en mi casa que no recuerdo que me bañase al estar casi siempre llena de manojos de esparto.
Recuerdo (hay fotos) una visita a bañarse a la acequia (el cal) que alimentaba al Molino de Lola la del Canónigo. En dichas fotos aparece dos familiares de Isabel la de La Posá, (¿nietos?). Dichos bañistas eran de mi edad y por ello están los dos hermanos y yo. El cal tenía allí un ensanche y por supuesto renunciamos bañarnos en el cubo del molino puesto que estaba moliendo "y nos podía tragar". Puede que la razón principal fuese que en aquel tiempo casi nadie sabía nadar.
En el cubo del Molino del Puente también yo vi (subido en mi burra cuando iba a por agua a la Fuente del Murallón) bañarse unos cuantos jóvenes. Machos por supuesto. Las mujeres no recuerdo que se bañasen. !Que no estoy diciendo que se lavasen!. Mujeres tenemos en el foro que lo pueden confirmar o desmentir. Indudablemente lo que es cierto es que ambos jamás creo que coincidieran bañándose. Yo al menos no.
Por supuesto que el lugar donde coincidían la mayoría de los jóvenes bañándose es el la Fuente del Murallón.
Por último lo recordamos cada vez que nos encontramos es la "manía" (es por ponerle un nombre) de coger un cubo de zín llenarlo de agua y ponernos chorreando era Marina y el que está escribiendo. El lugar preferido para ponernos chorreando era la Acequia del Lugar cuando pasaba por la ramblilla.
Se me olvidaba que la primera ducha que se montó en Benínar se montó en mi casa colocando un cántaro encima del cuarto de baño que había en mi casa. El cántaro al estar al sol calentaba el agua y recuerdo al de Vitoria que al enterarse que en mi casa había una ducha, recuerdo que para él era más importante ducharse que esperar a que el agua estuviese calentita.
Es un tema que no se ha tratado en lo referente a Benínar: ¿En que casa aparece el primer cuarto de baño?. Y la siguiente, siguiente, ... Como olvidar las tomateras que nacían en el Camino de los Arenales (entre otros) al salir del pueblo.
Espero no herir la sensibilidad de nadie por lo de las tomateras. El significado completo que los jóvenes lo pregunten a los mayores.

Otro tema que sería interesante tratar es cuando llega el champus, el lavarse los dientes, las permanentes, etc. ¿Cuando tiene la población beninera a su disposición lo que hoy nos encontramos en un cuarto de baño?.
Un dato: Hasta el año pasado no había agua potable e Hirmes.
Saludos.

Se me ha olvidado las balsas que habían al este de Benínar, pero eso es otra historia.

Baño en el Cejor.

En el verano del año 1967/68 nos juntamos varios amigos para charlar un rato de los temas de actualidad y era normal el primer tema era las chicas y después cualquier incidente digno de hacernos reír un rato. Ese día a alguno se le encendió la bombilla muy acertadamente por cierto y dijo y si nos vamos a bañar que nuestros cuerpos necesitan un refrescon a lo cual todos respondimos eso esta hecho.

El problema surgió donde el río seco pues a analizar todas las balsas del termino y la única con agua para tal evento era nada mas y nada menos que la del Cejor, dijo uno ala pues casi la mas cerca pues si pero no hay otra que cubra, y además allí se estará fresquito por mayoría al Cejor.

Y a la en marcha cogimos la ramblilla que con el chorrillo de agua que pasaba y las cañaveras se andaba cómodamente chapoteando el agua y a la sombra. El río era otra cosa ya que no bajaba agua y había que tratar de protegerse del Sol que era sofocante, pero para nosotros jóvenes curtidos de coger almendra o alcaparras, eso era un insignificante y menos cuando conocíamos la forma de combatirlo , y desde el tajo de los olivos nuevos que daba sombra a la margen derecha del río así como las murallas que a continuación había nos protegían del sol a partir del molino ya aparecían las cañavera y los bancales de naranjos del l pago de la Mecila con sus frescura ya se hacia el camino mas agradable, también daban un toque especial de olor de los naranjos.

Llegamos al comienzo del Cejor y todo cambia el aire fresco del mar que sube a través de ese embudo o cañón que forma desde las fuentes de Marbella a Beninar ese lugar idílico para sentarse y leer un libro en silencio solo roto por el ruido de los cantos de las aves, las torcaces revoloteando en los tajos y el aire sobre los tarajes y cañaverar ese lugar que ya no es ni parecido ha perdido casi todo menos esos tajos que solo nos dicen con nosotros no habéis podido.

Y seguimos nuestro objetivo y llegamos a la fuente del Cejor que ya le echábamos en falta para tomar unos buenos tragos de agua pura de la que es difícil encontrar ahora que sorpresa da el buscar ahora dicha fuente no existe solo los que conocemos el lugar y porque con su agua han crecido calaveras y otros arbustos podemos decir aquí estaba la fuente que tristeza da el verla dan ganas de llorar a los que amamos la naturaleza y la hemos conocido antes es muy duro el ver lo que ha hecho el hombre, pero sigo con la aventura, subsanada nuestra sed seguimos viendo ya muy cerca el espolón y próximo nuestro destino bajábamos contemplando la maravilla de los desfiladeros que teníamos a un lado y a otro así como la robustez del espolón que por su peculiaridad de sus composición de la roca le había ganado la batalla al río y había dicho yo te desvío para que tus aguas no lleguen tan de prisa al mar.

Y nuevamente contemplo el efecto de la mano o maquinaria del hombre donde esta ese barranco del llano con ese salto de agua que había hecho de su bajada con la erosión de sus agua una belleza de molduras en las rocas recuerdo una que pude ver en mi adolescencia con mi amigo Miguel Marin me dijo Pepe vas a ver donde hay agua aunque es verano y bajamos desde la joya del cejor hacia el barranco y pude ver como en la roca había un pozo de mas de un metro de diámetro con agua su profundidad no lo ser pero era fantástico el ver lo que el agua es capaz de hacer a lo largo de millones de años y nosotros en unos meses lo destruimos.

Y enseguida nos encontramos con la balsa del Cejor algo no corriente ya que la hicieron entre rocas y tajos pero durante muchísimos años no se perdía una sola gota de agua la llenaban en el invierno para tener agua en verano y regar los bancales que había río abajo en la margen derecha con sus naranjos y otros frutales y su huerta de verduras. Hoy apenas se puede reconocer pero con la ayuda de los que si tuvimos la suerte de verla y bañarnos la reconoceremos siempre aunque solo haya una piedra con argamasa.

Contando mis recuerdos me olvido del baño, pues una vez en la balsa José Mari se extrañaba de tan peculiar balsa estaba medio llena pero su profundidad es grande y el bañarse en ella hay que tomar precaución por estar como he dicho antes entre tajos y rocas lo que primero hicimos es un examen de sus puntos peligrosos y después a bañarnos sin ninguna precaución y a disfrutar del magnifico día que pasamos en ese lugar privilegiado era complicado el decidir marchar pero el comienzo del anochecer fue el momento de marchar.

Unos buenos amigos. Antonio Callejón, Fausto, su hermano Paco, Paco el de Adelaida José Mari y el que hizo la fotografía Pepe Agus
Un buen baño
Un gran día.
Y un grato recuerdo.

José Molina / Pepe Agus.

Refrescando la memoria...Y nunca mejor dicho.
El relato de Pepe es estupendo.

Como es natural, servidor también disfrutó de los baños en las acequias y en las badías y balsones del río. También en algunas balsas cercanas como la de los Cazarones o la de la Cañarroa.

Nunca me "encaje" hasta la balsa del Cejór, pues según la edad de cada uno, sabíamos hasta donde nos podíamos alejar del pueblo.
De los 14-16 años, ya pasé un par de veranos en Cataluña, y con 17 me vine definitivamente.

Conozco dicha balsa en fotografía, pues solo pasé una vez por aquel lugar, en una excursión que hicimos a las Angosturas con D. Antonio el cura.

Saludos.

Aunque este proximo verano hara ya 47 años de los hechos que relatas al leer tus lineas ha venido a mi mente aquellos recuerdos dormidos de mi primer verano en Beninar.Para mi todo era novedad ya que no concebia un rio sin agua,era la primera vez que veia un paisaje semejante y cuando llegamos a la balsa y vi a su lado un naranjo con bastantes frutos colgando de sus ramas aquello fue para mi como descubrir las fuentes del Nilo.Y ahi no terminaron mis sorpresas pues dias mas tarde Antonio Callejon me llevo a un huerto que tenia creo que por la Ramblilla en direccion a Hirmes donde entre varios frutales se encontraba un paraguayo o melocoton de tomate como se decia en Beninar.Para mi que siempre he sido un enamorado de la naturaleza aquello fue un regalo para mis sentidos de feliz recuerdo.

LO importante es que todos los que allí estuvimos aquí seguimos, por lo que aprecio, con la memoria mas o menos en condiciones. El huerto que cita Jose Mari es "La joya", desapareció con las inundaciones de 1972 justo la noche antes de empezar yo el servicio militar. Bueno creo que seria muy bueno que siguiésemos desempolvando viejos recuerdos. Nos ayudara a todos a conservar mejor la memoria. En este aspecto el que me deja siempre asombrado es Juan el de Costanza, parece que lo que cuenta pasó ayer. Un abrazo para todos PAISANOS.