Benahadux - Almeria

Para saber realmente las cuentas de los ayuntamientos de Andalucía hay que ver los datos que tiene la Cámara de Cuentas de los Ayuntamientos de Andalucía. Los últimos datos publicados por este organismo público corresponde al año 2010. Y la verdad es que los datos de nuestro ayuntamiento son excelentes con unas cuentas saneadas. Estos son algunos de los datos obtenidos por los distintos ayuntamientos del Bajo Andarax en el año 2010:

A) Gastos por habitante

BENAHADUX...........779 €
GÁDOR.............1.580
PECHINA.............938
RIOJA.............1.055
STA.FE DE MOND....1.555
VIATOR............1.230
HUÉRCAL DE ALM......743

B)Ingresos por habitante

BENAHADUX..........869 €
GÁDOR............1.337
PECHINA..........1.020

RIOJA............1.135
STA.FE DE MOND...1.532
VIATOR...........1.095
HUÉRCAL DE ALM.....818

C)Superávit (o déficit)por habitante

BENAHADUX..........246 €
GÁDOR.............-323 Déficit
PECHINA............ 82
RIOJA..............422
STA.FE DE MOND.....-22 Déficit
VIATOR.............-46 Déficit
HUÉRCAL DE ALM..... 41

D) Presión fiscal por habitante

BENAHADUX..........394 €
GÁDOR..............414
PECHINA............464
RIOJA..............302
STA.FE DE MOND.....223
VIATOR.............511
HUÉRCAL DE ALM.....382

E) Endeudamiento por habitante

BENAHADUX.......... 7 €
GÁDOR..............380
PECHINA............ 96
RIOJA.............. 25
STA.FE DE MOND.....-33
VIATOR............. 55
HUÉRCAL DE ALM.....192

F)Remanente Tesorería

BENAHADUX...............2.634.265,98 €
GÁDOR................... 8.557,43
PECHINA................. 275.131,30
RIOJA................... 675.966,69
STA.FE DE MONDÚJAR...... -52.536,40
VIATOR.................. 525.232,60
HUÉRCAL DE ALMERÍA...... 800.788,55

Objetivos que habría que cumplir para ser un "Buen Gestor"

1 Todo buen gestor político debe conseguir, tanto aliviar, como liberar a todos los individuos de una comunidad; no solo de la menesterosidad económica; sino también de la ignorancia cultural; además de la enfermedad; asimismo de toda agresividad bandidesca; y acabadamente de todo menosprecio o maltrato a su dignidad personal.

2 Las buenas actividades de un prócer político se deben entregar a defender con eficacia, a la igualdad de oportunidades debida a todos los ciudadanos de una comunidad; toda vez que de un lado, se consagra a disolver con todas sus fuerzas a cualquier oligopolio económico; y cada vez que de otro lado, se dedica denodadamente a disgregar a cualquier grupo oligárquico.

3 Detectamos a un buen gestor político en un sosegado entorno social, siempre que lo vemos que se dedica a proteger fraternalmente a esos suyos conciudadanos, los cuales están sufriendo; bien por causa del desempleo, o bien porque los desahucian de sus casas, también porque padecen muy incómodas enfermedades, ora porque ciertos excesivos impuestos públicos los empobrecen, ora porque ciertos empleadores los explotan indignamente en sus puestos de trabajo, y además toda vez que ciertos desalmados empresarios, vendedores de consumibles necesarios, los engañan, los maltratan, los hieren y los descuidan.

4 Todo buen mandatario político; no solo se obliga a mostrar muy prolija y desnudamente a los procederes que va a ejecutar, toda vez que va a proteger, a ayudar y a defender a un grupo de ciudadanos necesitados; sino que también se impone el exponer y el dar cuenta muy detalladamente, tanto del gasto en el que se va incurriendo, como del éxito que se está alcanzando; mientras que se va desarrollando cualquier preciso proyecto, brindado al bien común.

5 Todo buen representante público de un grupo de ciudadanos, renuncia de todo punto, tanto a mentir a sus representados, como a incumplir a sus promesas comprometidas.

6 Los buenos mandatarios políticos, no se permiten, ni incrementar, ni enriquecer a su propia hacienda personal; bien mientras que se abastecen de algún caudal gubernativo; bien por medio del aprovechamiento de algún peculio oficial; o bien mediante el robo de cualquier dinero público.

7 Todas las buenas actividades políticas deben devenir y deben proceder de ciertos gestores públicos virtuosos, los cuales en virtud de su honestidad; no solo se atreven de primeras, a descubrir y a censurar a cualquier grupo de verdugos, dedicados a torturar a alguna muchedumbre victimaria; sino que también y subsecuentemente se entregan a dictar en caliente, tanto leyes firmes, como resoluciones eficaces, a fin de paralizar muy velozmente, a los atropellos de los atormentadores.