Geología de los yacimientos de azufre de Benahadux Resumen: Los depósitos de azufre de Benahadux y Las Balsas de Gádor presentan morfología estratiforme y encajan en filitas del Trías Inferior, próximos a la base de la formación carbonatadas del Trías Medio-Superior de tipo alpino. También aparacen pequeños depósitos de relleno de fracturas en la base de la formación carbonatada y en rocas postorogénicas adyacentes que abarcan desde el Tortoniense Superior al Plioceno Superior. El azufre se encuentra en niveles de arcillas negras o grises asociado a yeso, pirita/marcasita, alunita y pequeñas cantidades intersticiales de sustancias bituminosas. Los horizontes mineralizados alcanzan varios metros de espesor con leyes medias del 40 por 100, y alternan con niveles de arcillas blancas aluníticas, producto de alteración de las filitas encajantes. Los datos estratigráficos de que disponemos sugieren que estos yacimientos se han formado por reemplazamiento bioepigenético de masas de yesos triásico, probablemente durante el Plioceno. De acuerdo con esta interpretación el yeso sufre una reducción bacteriana en presencia de hidrocarburos procedentes de margas tortonienses, y el H2S resultante se oxida posteromente debido a la penetración de aguas meteóricas en el acuífero carbonatado suprayacente.
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