Con la que está cayendo es muy curioso analizar los últimos resultados del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas).
Y es curioso su análisis por lo que dicen del ciudadano español, de cómo se interpretan aquí las cosas, de nuestra pasividad, de nuestra ¿paciencia?
Después del vuelco estrepitoso de las urnas, tanto en Mayo como en Noviembre, así como de los resultados del más reciente pulso a la opinión pública, las elecciones andaluzas, es digno de estudio el comportamiento del pueblo ante las consultas sobre sus valoraciones e intenciones de voto hacia los partidos en general y los políticos en particular.
Tras la dinamitación sistemática de las promesas electorales por parte del
PP, con un chorreo constante, Viernes tras Viernes, de medidas de ajuste y recorte, medidas que solo penalizan al pueblo llano, el resultado de valoración hacia este partido por parte de los encuestados, se cierra con
una pérdida de 4 puntos. Siendo lógica la pérdida la estimo corta, dado el permanente comentario negativo de la calle sobre las citadas medidas.
Pero lo más curioso no es esta pérdida. Lo verdaderamente curioso es que
PSOE no recoge el beneficio en su favor pues su crecimiento en valoración no llega a sumar un punto,
crece 0,9 puntos. La lectura correcta de esto, ¿cuál es

una mayoría ¿está de acuerdo con los recortes?, esa mayoría ¿sigue apoyando al partido que ha incumplido sistemáticamente, y seguirá incumpliendo, todas sus promesas electorales?, esa mayoría formada por muchos descontentos de la izquierda, ¿sigue sin recuperar la fe en esas izquierdas y no la premia con la valoración que resta a las derechas?
Esto así deja la estimación de voto en una encrucijada muy digna de estudio, mientras que
el PP pierde en esa estimación 1,9 puntos,
estableciéndose su estimación de voto en 40,6 puntos, el PSOE no recoge los frutos y,
ganando 1,6 puntos, sitúa su estimación de voto en 29,6 puntos. Curioso, muy curioso.
Tampoco
UPyD es para los españoles paradigma de solución, ni azote de promesas incumplidas, de políticas nefastas, de engaños parlamentarios, su valoración se
cierra con una pérdida de -0,6 puntos, que no creo tengan paralelismo con la subida del PSOE. La otra fuerza política de izquierdas,
IU, alcanza un crecimiento de 1,7 puntos. ¿Se habrán trasvasado ahí parte e los votantes descontentos del PSOE?
Creo que todo este conglomerado de resultados es muy digno de análisis, sobre todo cuando vemos que todos los políticos, todos, suspenden estrepitosamente, ninguno sube de nota, todos bajan en más o menos grado, pero bajan.
Y me pregunto: ¿Cuándo un pueblo suspende a sus políticos, de cualquier ideología, tiene autoridad para valorar en positivo a los partidos que esos políticos representan?