El cultivo del cáñamo La Barraca la Gramaera, junto con varias asociaciones culturales y agrícolas, participó el día de ayer en la recolección y siega del cáñamo experimental que la Universidad Miguel Hernández ha llevado a cabo estos últimos años. La asociación fue invitada por Asaja y por el profesor honorífico de la Universidad, Joaquín Parra, y participó junto con la Asociación Amigos del Cáñamo de Callosa de Segura. Al terminar el acto, el alcalde de Callosa, Javier Pérez, destacó la labor realizada por La Barraca la Gramaera en sus exhibiciones y su empeño por mantener viva la tradición de los trabajos del cáñamo en Redovan, haciendo entrega de un diploma a representantes de la entidad presentes en este acto. Os dejo la noticia... Los agricultores se plantean volver a plantar cáñamo La fabricación de bloques y aislantes explota la ligereza de esta fibra, que desapareció en los 60 cuando la industria de las redes y las cuerdas se volcó en el plástico E. G. B. La Vega Baja sondea nuevas vías de negocio para el campo y se encuentra en plena exploración para decidir si el cultivo estrella de la primera mitad del siglo XX, el cáñamo textil, puede volver a ser -aunque con un enfoque diferente- fuente de riqueza. Agricultores, docentes universitarios y políticos han puesto en marcha una parcela experimental en Rojales en la que se ha cultivado media hectárea de esta planta antes usada para fabricar redes o cuerdas, pero ahora muy de moda en el ámbito de la construcción en Europa, especialmente en Francia. En el país vecino se están cultivando hoy en día 12.000 hectáreas con subvenciones europeas, señala el profesor honorífico de la Universidad Miguel Hernández, Joaquín Parra. ¿El motivo? "Se usa mucho, sobre todo allí, para fabricar bloques o como aislante, porque esta fibra cuando se seca pesa muy poco", explica el presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores de Alicante (Asaja), Eladio Aniorte. En España no se explota esta vía, y la Vega Baja se plantea volver a ser "la capital" de este cultivo, con el que se puede hacer también aceite, pienso, papel o biomasa, concretan. Lo que no se contempla entre el sector agrícola es retomar el enfoque de los 60, cuando comenzó a desaparecer del paisaje de la Vega. Hasta entonces era utilizado para fabricar textiles o cordajes, pero esta industria se decantó rápidamente por el plástico y el nailon, mucho más baratos. En todo caso, Callosa de Segura era entonces el principal destino de toda la fibra de cáñamo producida en la comarca. De aquella tradición quedan ahora varias agrupaciones que no quieren dejar perder este tipo de cultivo ni la cultura que se ha desarrollado bajo su paraguas (las Asociación del Cáñamo de Callosa de Segura, o La Gramaera de Redován, ambas presentes en este proyecto como el propio Ayuntamiento de Callosa y su alcalde, Javier Pérez). Y también son muchos los agricultores que recuerdan que el cáñamo era el principal producto de sus tierras, o de las de sus padres. Una veintena de ellos lo rememoraron con una demostración de siega tradicional en la parcela experimental. |