Aliados y alianzas. El presidente de Bolivia Evo Morales, de visita en España hoy martes, ha denunciado que el PP intentó derrocarle en 2007 financiando mediante una fundación a los opositores a su gobierno. No me lo creo. Y no es por dar coba al PP, que no es mi costumbre sino porque después de leer la noticia, las razones que este hombre da sobre sus sospechas y los tres años que han pasado desde entonces sin que haya nada nuevo sobre el asunto, mas bien parece que el Evo ha hecho de esto un mecanismo de defensa propio de los ingenuos, que a mi juicio, es la principal virtud de este hombre. La respuesta política a tales declaraciones ha sido inmediata. A preguntas de los periodistas, claro está. Y ha sido de la boca de la Cospedal, que con su característico rictus de severidad facial al que nos tiene acostumbrados ha dicho que tales declaraciones son “un ejemplo más de los aliados internacionales que ha tenido, y que tiene, el gobierno español”. No creo, como he dicho antes, en las conspiraciones denunciadas por el colorista mandatario andino, como tampoco creo que para hacer política frente al PP, el PSOE tenga que esperar a que venga Morales a rescatarnos del peligro como aliado defensor. Pero no es esta la alianza que más les molesta a los dirigentes de la derecha, sino la que tienen los dos grandes partidos en el País Vasco, porque dada la coyuntura política actual, por las medidas económicas tomadas recientemente por el gobierno, desde el PP están considerando la posibilidad de romper cualquier relación con el PSOE por simple calculo político. Y no es una crítica, porque todos lo hacen dadas las circunstancias, pero en el caso de Euskadi no serían recomendables las especulaciones pues se trata de un escenario político sensible por el problema terrorista. Pero parece que volvemos otra vez, con el tema-excusa para poner en cuestión el pacto PSE-PP: la supuesta negociación con ETA. Y dijo ayer la Cospedal al respecto, que el gobierno tenia que desmentir que estaban negociando con los terroristas o rompían el acuerdo político. Hecho el desmentido, hoy ha ido más allá afirmando que “van a esperar a ver si lo dicho por el ministro del Interior es verdad”.Lo que no ha dicho es si van a esperar de pie o sentados. Con esto también podríamos especular eternamente. O ir aún más lejos: plantearnos una duda filosófica.Un saludo. Cayetano Marcos García. |