Otra fantasmada del alcalde Como el alcalde no tiene nada que hacer con el pasado se entretiene. Y nos entretiene a todos. O eso es lo que él cree. Hoy aparece otra vez en los papeles, para darle de comer al periodista del Información que tiene a su servicio y que paga al periódico del dinero de todos, otra “noticia” mas de interés para el pueblo de Redován. El asunto no tiene nada de novedoso porque ya fue objeto de debate hace algún tiempo, pero como el alcalde y su teniente no tienen nada sustancial que presentar a la opinión pública local en materia de gestión política, y tienen que disimular los estragos que han causado al bolsillo de los ciudadanos el “trancaso” que les han metido con el IBI y demás impuestos, vuelven a la carga con la misma munición y pólvora mojada ya utilizada para tratar de entretener a los sufridos paganos con sus teatrales puestas en escena dramatizando hasta el infinito sobre la gestión del anterior gobierno. Cuenta la crónica de hoy, una vez más, que la anterior alcaldesa pago una comida a 75 miembros de UGT en un restaurante de la localidad por valor de 2.250,21 con motivo de una jornada de convivencia realizada en nuestro municipio. Varias cosas se pueden decir al respecto, y la primera de ellas es que yo, una vez conocido el hecho en su día, estuve de acuerdo, aunque entiendo que otras personas no lo estén, sobre todo si el concepto que tienen de los sindicatos y su labor no es bueno. Yo pertenecí en su momento a uno de ellos y tengo que decir que para mí son, como mínimo, necesarios. Esto, como es lógico, nada tiene que ver con el hecho de que se les invitara a comer ese día, pero eso mejor se lo preguntamos al dueño del restaurante en el que se celebró la comida, y que ingresó en su cuenta la cantidad arriba indicada sin poner reparo alguno. Y hablando de reparos, dice la nota de prensa que la secretaria interventora hizo el correspondiente a la hora de pagar esa factura. Si eso es así, yo como ciudadano tengo derecho a ver ese documento. Sobre todo para creérmelo, porque hay muchas clases de “reparos”. Espero que el Alcalde me lo haga llegar lo antes posible. Y por último, lo más significativo que se puede decir de esto es que la transparencia del acto y del gasto fue absoluta y total. Díganme ustedes como hubiera sido posible esconder a 75 personas comiendo en Redován sin que se enterara nadie. Y si no, que el alcalde, o su teniente se lo hubieran preguntado, otra vez, al dueño del restaurante. Además, cuando pidieron la factura, se la entregaron ipso facto. No como hacen ellos, que hay que darles en los codos para que suelten algunas. Y estos son los que presumen de transparentes. |