Redován - Alicante

No tengo nada en contra de los ricos. Mi concepto de revolución o transformación de la política y de la economía no incluye su eliminación. Es más, yo quisiera ser uno de ellos. Y aún más, creo que son necesarios, o lo que es obvio; son inevitables dada la impronta de querer ser de “pata negra” que se va sucediendo generación tras generación, y desde que el mundo es mundo en el comportamiento humano. No sé si hay una correlación entre la riqueza que se consigue y el nivel de inteligencia natural y adquirida, pero parece ser que sí, aunque este no es mi caso. No obstante esta es, casi, un imponderable, y aquella sí que se puede contabilizar en millones de euros, dólares o cualquier otra moneda o divisa que tenga una solida cotización permanente en los mercados financieros que tanto condicionan en la actualidad nuestras vidas y haciendas. Tampoco me escandaliza especialmente la ostentación de riqueza que visualizamos en los medios de comunicación con cierta frecuencia. Me es indiferente. Es decir, que lo que puedo sentir o pensar viendo esta “externalizacion” de cara al público del poderío económico de los opulentos, está en el polo opuesto de lo que anímicamente me produce contemplar tanta pobreza como hay en el mundo. Seguramente habrá muchos ricos en la India, por ejemplo, pero no se ven tanto como los pobres, y su pobreza. Probablemente será porque las castas de intocables y parias que hay en esta tierra abundan más en número que los millonarios hechos a su costa. Y esa es la raíz del problema, en la India y en toda la bolica el mundo. Ser, o poder hacerse rico es justo. Pero no es justo ser pobre si es como consecuencia de la riqueza de otros. Ser pobre, o conformarse con poco, puede ser una opción de vida. Pero no creo que todos los pobres lo sean por vocación franciscana y principios éticos, morales o filosóficos puesto que, la inmensa mayoría de ellos, ni son frailes ni saben mucho de filosofía. Más bien, diría yo, que lo son por cuestiones más prosaicas, de índole económica y de gestión miserable de los recursos naturales, y sobre todo humanos. Hace algunos años leí que Fernando Sabater proponía declarar ilegal la pobreza como fue declarada ilegal la esclavitud. De eso se trata, de leyes. Dudo mucho que declarar ilegal la pobreza sea operativo y eficaz. Más seguro estoy que lo sean unas leyes nacionales e internacionales que hagan posible un reparto más equitativo de lo que producimos entre todos; ricos y pobres. ¿Utopía?. Torres mas grandes han caído. Y en algunos casos lamentablemente. Enhorabuena a Shristi Mittal y Gulraj Behl.

Pichin me voy a apuntar a la EPA pa escribir como el tramontano

Demetria,para escribir como mi amigo Tramontano,solo tienes que leer el diario el País todos los días.

demetria, el graduado escolar me lo saque en la EPA de Redovan.Ahora no te apuntes porque ya la han quitao. Malostia, no te pases, yo solo leo el libro gordo de Petete.

Amigo Tramontano no seas modesto,que eres una persona muy formada.

Si, es verdad, estudié en la UNI..., o sea en la UNIca escuela que había.