Catral - Alicante

La plantilla del hotel Spa Villa de Catral comienza un paro después de llevar varios meses sin cobrar por la caída de clientes y la situación del sector.

M. A. / D. P.

Los treinta trabajadores del hotel Spa Villa de Catral comienzan hoy una huelga para reclamar algo tan lógico como cobrar los sueldos que la dirección les adeuda, asegura, desde hace tres meses. Desde camareros a recepcionistas, pasando por limpiadoras, los empleados no han tenido otra alternativa para intentar que la empresa atienda sus demandas, algo que no será fácil por la situación que arrastra el sector y, en especial, este establecimiento.
Los trabajadores están asesorados por el sindicato Comisiones Obreras que, de algún modo, les ha aconsejado hacer público su situación. Desde esta central sindical se denuncia la falta de liquidez ante los proveedores, supuestos fraudes ante la Seguridad Social y la imposibilidad de que los trabajadores cobren el desempleo porque la empresa no ha pagado los seguros sociales de 2009. Es decir, que no hay salida.
Los trabajadores no tienen más alternativas y han planteado esta huelga hasta el próximo día 31 de mayo; es decir, diez días de paro en espera de una solución, algo que no será fácil. Durante la tarde de ayer, los trabajadores comenzaron a llenar las fachadas del hotel con una serie de pancartas para que todos los que pasen por el lugar y, especialmente, por la autopista que dista poco más de 400 metros de distancia, se den por enterados. En ellas se leen frases tan sencillas de entender como "Queremos nuestro dinero", otra cuestión es que lo consigan. Por el momento, la plantilla se ha tomado de buen humor esta situación, en plena crisis y con pocas alternativas, aunque muchos, aseguran, de haberlas se estarían ya buscando el futuro en otro sitio.

Categoría
El hotel abrió sus puertas en un lugar idílico de la Vega Baja porque está situado en medio de la huerta tradicional, tiene cuatro estrellas, lo que le convierte en uno de los pocos de esta categoría que hay en la comarca y con una capacidad para 300 huéspedes. La realidad es que no se ha llenado y, consecuentemente con ello, no se pagan los sueldos.
El hotel tiene una historia muy particular pues el Ayuntamiento de Catral concedió el suelo y la gestión a una empresa para que se hiciera cargo de ello y, al mismo, revitalizar un sector de gran importancia en la provincia, como es el turismo. La fórmula parecía fácil porque en pleno "boom" inmobiliario se ofrecía un hotel idílico, con condiciones y en mitad de la huerta tradicional del río Segura. La realidad es otra muy distinta que la empresa, al menos por ahora, prefiere no contar a los que preguntan.

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