Pozo Cañada - Albacete

DESPUES DE MUCHO TIEMPO ,POR FIN SE ENCUENTRA TERMINADO Y LISTO .PEDRO CUMPLIO LO PROMETIDO .AL CONTRARIO QUE LA OPOSICION QUE LLEVABA EN SU CARTEL LA ELIMINACION DE LA FAMOSA ANTENA DE TELECOMUNICACION ,SITA A UNOS ESCASOS METROS DEL MOLINO.YA VEN USTEDES QUIENES PREDICAN Y QUIENES REPARTEN PAN.UNA PRONESA MAS CUMPLIDA Y YA SOS MUCHAS. ESTIMADA OPOSICION ,ASI ES COMO SE DEBE GOBERNAR .PONGANSE PILAS Y EN VEZ DE PROMETER ,HACER .O TAL VEZ SU SITIO SEA LA OPOSICION PERMANENTE.

Y TU ERES TONTO, AQUIEN DEL PUEBLO LE IMPORTA EL MOLINO, SI LO UNICO PARA LO QUE HA SERVIDO ES PARA GASTAR DINERO, QUE ESE DINERO SI LO HUBIERAN INVERTIDO EN OTRAS COSAS MAS IMPORTANTE MEJOR, POR QUE DENTRO DE POCO VA A ESTAR IGUAL QUE ANTES DE ARREGLARLO.
HA SIDO UN GASTO INUTIL

PUES DE TONTOS COMO USTED TRATA A LAS PERSONAS. TENDRIA QUE PEDIR AL MENOS DISCULPAS.no es de recivo ,ni se entiende que viertas aqui insultos ,ni inproperios.SI NO LE GUSTA EN QUE SE INVIERTEN LOS INPUESTOS DEL PUEBLO. TE RECOMIENDO QUE TE PRESENTES LAS PROXIMAS ELECCIONES Y SI POR SUERTE DE LOS ASTROS SALES ELEGIDOS ,ARREGLAS LAS COSAS A TU GUSTO . POR LO DEMAS AQUI SE ESPRESAN IDEAS ,NO INSULTOS Y SI NO ESTAS DE ACUERDO .AL MENOS TEN EL CORAJE DE DEJAR TU NOMBRE AL LADO DE LO QUE INSULTES.pero seguro que te falta verguenza y altura moral.

eso eso que quite el alcalde la antena que el mismo puso, me gusta que arreglen el molino pero queda de bonito al lado de la antena...

La primera mañana después de salir amaneció soleada y con buen tiempo. Había calma, mucha calma, demasiada, tanta que Don Quijote empezó a impacientarse. No se veía ni un alma, y el único ruido que se escuchaba era el de los cascos de Rocinante y su compañero Rucio. Don Quijote y Sancho empezaron a bostezar como posesos, a falta de las aventuras que esperaban vivir. Y de pronto… ¡¿qué era aquello a lo que se acercaban?!

Bah, son sólo molinos – dijo Sancho.

¡Molinos, dices! ¡SON GIGANTES!

¿A aquello que se ve al fondo llamas tú gigantes? ¡Que no, que sólo son molinos!

¡Dame el escudo, Sancho amigo! ¡Me voy a enfrentar a ellos!

¿Quée?

Que no me equivoco, que no, son gigantes. ¿No los ves ahí al acecho? ¿No los ves, con sus trajes blancos y sus largos brazos moviéndose?

¡Que son MO-LI-NOS¡

Se nota que tú no sabes de aventuras, Sancho. Si tienes miedo….¡échate hacia un lado y yo me encargaré de ellos! ¡Se van a enterar de quien soy yo! ¡Allá voy!

¡Te vas a pegar un tortazo! ¡te digo señor, que sólo son molinos! – decía Sancho intentando frenar a Don Quijote antes de pegarse el golpe del siglo.

Sancho se tapó ojos y oídos para no ver ni oir aquel espectáculo. Rucio intentó avisar a su amigo Rocinante, pero del susto ni rebuznar siquiera podía.

Razón tenían para temer, porque al primer ataque, Rocinante y Don Quijote salieron despedidos hasta dar con sus huesos en tierra.

Ya os advertí que molinos eran, señor.

Pues no creas, Sancho, escudero mío. Eran gigantes, sí. Pero quiero que sepas que un mago malvado enemigo de mi persona, los ha convertido en molinos manchegos para que yo no pudiese vencerlos.

Sancho puso empeño, de todos modos para ayudar a su amigo y a su caballo, y salieron en busca de más aventuras. Daba pena verlos, medio heridos y con la lanza rota.

Pero partieron con la cabeza alta, pensando que no fueron vencidos por cobardes, sino por arte de magia.