Ontur - Albacete

Cuando una persona, en el mundo que sea y en éste de la política más, dice que no va a hacer una cosa o promete que va a hacer otra, debe de ser coherente y consecuente con lo que dice, pero realidad, como siempre, se aleja de la verdad y de los principios por los que se nos pide que pongamos la confianza en ellos, o más que en ellos, en un programa, siendo al final un programa plagado solo de sueños para embaucar, esto es algo que mancha la ética política y el honor de una persona, para dejarnos a los ciudadanos les hayamos votado o no, como ignorantes descerebrados, sin razonamiento individual ni propio.
Me acusan de no ser imparcial, de manipular lo que estoy viendo y viviendo por intereses personales, yo quiero ser lo más imparcial que sepa, por lo cual debo de discrepar de lo que no esta bien hecho.
Aclaro, que mis ideales han sido mamados y vividos del socialismo de antaño, no del sucedáneo actual, por esa razón me planteo a donde pertenezco, si todo en lo que creía honestidad, solidaridad y respeto hacia lo contrario todo a desparecido.
La verdad es que mirándolo bien, no me siente reconocido en un partido político que no defiende sus programa, no presenta nada mas que marionetas en cargos de todos los estamentos para su fácil control, el afán de cambiar unas cosas que funcionan, simplemente con trampas y medias verdades, por la avaricia de poder y sentimientos de revancha, me desilusionan, me resisto a pensar que seamos tan suma mente tontos que la mayoría no veamos la mezquindad, o ¿seamos tan cobardes y estamos tan llenos de mierda que no tengamos la hombría, el orgullo de ser honestos con nosotros mismos? miedo, ¿a que?, ¿tan fuerte es la cuerda que nos sujeta, que no tenemos valor para cortarla? ¿nos gusta como borregos que nos lleven del ramal? ¿Tan inútiles somos que no defendemos nuestros intereses, dejándolos en manos de personas sin identidad propia, manejadas por otras?
Que poca sesera, que poco sentido del orgullo, que poca defensa de de nuestra dignidad, no tendremos derecho a quejarnos, aceptamos que nos traten como borregos, pues no somos capaces de defendernos como personas, rindiéndole pleitesía al pastor.

Desilusion2

Buenos dias.

Vivimos en una época marcada por una sociedad que vive con violencia el poseer, el competir, el individualismo, la frase que mejor recoge esta situación es "sálvese quien pueda", va en contra de "la unión hace la fuerza".

A partir de aquí se admite el vale todo para conseguir cualquier aspiración;
Las relaciones personales, políticas, sociales... se valoran desde el interés y el beneficio. No importa el bienestar común, sólo conseguir una posición de poder, de influencia social.

Es la cultura que nos hace retroceder en el estilo de vida. Hemos pasado de la superación del nosotros a quedarnos en el yo, tanto personal como social. No es de extrañar que muchas personas luchadoras por la libertad, la justicia, la paz se hayan vuelto conformistas, apoyando con esa con ese conformismo la desigualdad y en la explotación.

La cultura del yo, nos ha hecho personas sin capacidad de reflexión y apáticas.
Es la cultura que anula el alma
Es la cultura que anula lo revolucionario.
Es la cultura que compra y vende todo, hasta el alma humana.
Frente a la cultura del conformismo está la cultura de la justicia la que pretende crear un mundo diferente.
Es la cultura que cambia la opresión por los derechos para todos, la desigualdad por el reparto.
Es la cultura que vela por la vida de cada uno, el respeto, el diálogo y el cariño sea personal, social, etc.
Es la cultura que nos humaniza, nos crea un horizonte de posibilidades para vivir, sin servidumbre hacia nadi solo a tus ideales. En definitiva, debe de aplicarse la cultura que haga compañeros en la honestidad y la discrepancia con respeto.

Estos ideales y pensamientos personales, no son propiedad de ninguna sigla política, son exclusivas de cada individuo, se practican o no, se expresan o no, se tienen o no se tienen.

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