Casas-Ibáñez - Albacete

CUIDADIN, CUIDADIN, RUBALCABA ANDA SUELTO

Los que no tenemos nada que esconder nos da igual que nos vigilen.

Yo les doy permiso para que me vigilen todo lo que quieran. Es más cuanto más vigilen mejor: antes pillarán a camellos, gamberros, extorsionadores, terroristas, corruptos, maltratadores...

¿Quien puede estar en contra de que, con mandamiento judicial, las fuerzas de seguridad controlen a determinadas personas? ¿La gente de bien o los delincuentes?

El PP se apuesto a la altura de los deli-cuentes con el sistema SITEL con este sistema han pillado al mafi-so ruso y a Juana achao, y dicen que es ilegal estas escuchas, que tendran que esconder ?..

Entre otras cosas son picaros... estos seran escusas para quedar bien, pero el miedo no esta si espian a los terroristas, sino si espian a la oposicion , y todos los que les quieran hacer algun....., por eso lo que se pide es que el control no lo tiene que tener el Sr. RUBALCABA y sus amigos, sino que sean los jueces por lo menos.

Elisa con el SITEL se entera Rubalcaba hasta de las cochinadas que hacer en internet

Si hiciesen buen uso, y la vigilancia fuese solo a los criminales,y aquellos que cometen delitos estaria España mas tranquila, y no estariamos todos con este temor a la inseguridad A TODAS.......

El fin nunca justifica los medios. La libertad no puede ser vigilada por nadie. Este gobierno nos esta llevando al estado policial.

Otrosí

¿A quien le interesa que no se controle a determinadas personas?
Siempre con control judicial. Siempre que la investigación sea autorizada por algún juez. Así lo ha aprobado el Tribunal Supremo.

Eso de que la libertad no puede ser vigilada por nadie suena muy bonito, Otrosí, pero creo que no es ni acertado ni práctico. ¿Te parece que debemos prescindir de los agentes del orden que tienen que imponer la Ley?. ¿Mandamos al paro a la Guardia Civil, a la Policía Nacional, a la Policía Local?.

Precisamente para que la libertad pueda seguir manteniéndose, para que podamos seguir ejerciéndola la gran mayoría de ciudadanos, se necesita que unos pocos vigilen a algunas personas (físicas y/o jurídicas) que representan un peligro para el sistema. Los que vigilan tampoco pueden hacer de su capa un sayo y hacer lo que les de la gana, tienen unos protocolos muy estrictos de actuación y están controlados por los Jueces y por el Parlamento.

Si para que controlen, persigan y logren detener con pruebas fehacientes e indubitables a esos delincuentes de todo tipo tengo que soportar que alguna vez me controlen a mi, que lo hagan cuando les de la gana.

Los que no hacemos nada malo nada tenemos que temer de esta Ley. Son otros a los que no les gusta esta Ley. ¿Imaginas por qué?

A mi me parece que siendo un medio tan "potente" como se dice por los medios y por las tertulias, deberia depender exclusivamente de los jueces.
Es decir, que es muy goloso tener alguna opcion de poder manipular el trasto por los gobernantes de turno para enterarse de lo que hace el vecino de enfrente.

Saludos

Cierto lo que dices.
El gobernante de turno no debería tener opción ninguna de manipular "el trasto" para enterarse de lo que hace o no hace la oposición. Eso sería un delito gravísimo en democracia. No creo que este sea nuestro caso porque si ahora pudiera manipular el PSOE, dentro de poco podría manipular el PP y creo que a ninguno de ellos le interesa que este poderoso "sistema de investigación" pueda ser manipulado, en un momento o en otro, por sus adversarios políticos.

Elisa Gil :

El Tribunal Supremo NO HA AVALADO la utilización de SITEL, eso es una manipulación interesada del gobierno al que tan apasionadamente defiendes, encabezada por Rubalcaba (portavoz del gobierno del GAL, dicho sea de paso).

El Tribunal Supremo ha avalado la utilización de SITEL en un caso concreto de narcotráfico, autorizado por el juez de instrucción ; es decir estamos ante un caso concreto y con una instrucción judicial ajustada a derecho. De todos modos - yo si he leído la Sentencia -, en la misma se hace constar la validez de las pruebas inculpatorias obtenidas con SITEL y declara nulas otras tomadas con el mismo sistema, porque excedían de lo autorizado por el juez y que ordena sean apartadas del sumario.

Dicho lo cual, SITEL es un programa informático de interceptación de comunicaciones (teléfonos, sms, mail, etc.) que afecta a los derechos fundamentales de los ciudadanos recogidos en el Título I de la Constitución Española y por tanto todo lo relativo a esta materia de derechos fundamentales debe ser regulado por LEY ORGANICA.

Todas las asociaciones judiciales sin excepción, incluída la progresista Jueces para la Democracia, han cuestionado el SITEL y han exigido su regulación e incluso la propia Fiscalía General del Estado.

Por tanto, estamos ante una limitación de libertades muy importante en la mano de los políticos de turno y si las cosas se han hecho mal y se anulan juicios, tendremos que exigir responsabilidades a quién ha vulnerado los derechos de los ciudadanos, en este caso el Gobierno.

El sótano del SITEL

Hace un par de meses que el periodista Roberto R. Ballesteros denunció en LA GACETA la existencia del sistema SITEL, sus tenebrosos tentáculos, sus inquietantes consecuencias. Resultaba que mediante este avanzado Sistema Integral de Interceptación de Comunicaciones, las comunicaciones telefónicas de todos los ciudadanos quedaban “desnudas” en manos del Ministerio del Interior y de decenas de Comisarías de policía y puestos de la Guardia Civil, pudiendo ser interceptadas, grabadas y almacenadas sin la suficiente cobertura legal y las debidas garantías judiciales.

La denuncia de LA GACETA , pese a versar sobre abuso de poder en materia de derechos fundamentales, sobrevivía sin polarizar la actualidad hasta que, en medio del zafarrancho de combate entre el PP y el PSOPE por el Gürtel o el Faisán –sin olvidarnos del bajón de los socialistas en la encuestas sobre intención de voto y de la duda de autoridad pepera con el derby madrileño-, Esteban González Pons se acuerda del SITEL y lanza esa andanada contra José Antonio Alonso, Alfredo Pérez Rubalcaba y Teresa Fernández de la Vega.

Deseo tomar distancia de esta utilización del caso SITEL para nutrir la cansina batalla campal entre los partidos mayoritarios. Se trata de refriegas donde el fondo de la cuestión y el núcleo de las víctimas están desenfocados. Me niego a surtir de munición partidista para mover al electorado en favor de unas siglas y en contra de las otras. Aquí las víctimas son los ciudadanos, todos, al margen de a quién voten. Y el fondo de la cuestión, muy grave, es cierta actitud crónica del Poder ejecutivo –en manos de unos y otros- de gobernar praeter o contra legem, es decir, pasándose la Constitución, en especial los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, por donde más le conviene y, encima, impunemente.

El caso SITEL es tan claro, tan rotundamente cegador, que deja mudos a jueces y juristas. El artículo 18 de la Constitución vigente nos garantiza a todos el derecho a la intimidad personal y familiar, además de los derechos al honor y la propia imagen. Nos garantiza la inviolabilidad de nuestro domicilio, el secreto de nuestras comunicaciones con mención expresa de las telefónicas. Concluye exigiendo que una oportuna ley –en este caso de rango orgánico- limitará el uso de la informática para garantizar no sólo el derecho al honor y a la intimidad personal y familiar, sino el pleno ejercicio de todo el resto de derechos constitucionales. El art. 18 es tan diáfano que hasta parece redactado pensando en el SITEL. No crean que el honor y el domicilio están “de más”. Recuerden las veces que, buscando la intimidad de su hogar, hablan desde allí con su móvil al domicilio de sus íntimos. Piensen cuán fácil es, revelando, forzando y manipulando conversaciones de intimidad, devastar nuestro honor e imagen personal y familiar...

Hay más. Hay unas obligaciones expresas de los poderes públicos respectos de estos derechos y libertades. En su artículo 9, párrafo 2, nuestra Constitución establece un doble deber a los gobernantes: de un lado, promover las condiciones para que las libertades sean reales y efectivas; por otro lado, remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud. Y ahora pregúntense, sin partidismo, con libertad de espíritu y objetivamente: ¿El sistema SITEL, su compra, y sobre todo, su ladina puesta en funcionamiento, sin ley orgánica ni garantías judiciales expresas, promueve las condiciones favorables a la garantía de la intimidad personal y familiar y remueve los obstáculos que la impiden o dificulta? ¿No se ha hecho de manera que favorezca al poder ejecutivo y le remueva los obstáculos a sus actuaciones, en vez de servir la primacía de los derechos y libertades del ciudadano?

Esta es la cuestión de fondo de nuestra casta política, practicada implacable e impunemente cuando detentan el Gobierno, y que el SITEL revela. ¿A quién sirven? ¿Al propio poder o a los ciudadanos y sus libertades? Sorprende que se comprara el SITEL, con el gasto correspondiente, antes de los oportunos informes sobre su constitucionalidad. Y escandaliza que, existiendo ya tales informes que avisaban de su difícil práctica constitucional, el sistema de interceptación de comunicaciones se pusiera en funcionamiento desde 2004 de manera tan secreta y ladina. No me vengan justificándose que es para protegernos del terrorismo y narcotráfico, ni me juren que siempre se utilizó con mandato judicial. No les creo y menos conociéndoles por sus nombres y hazañas

Pedro Juan-Viladrich

ESTA CLARITO ¿NO? ELISA GIL, QUE ERES CAPAZ DE HACER TODO LO QUE TE PIDA ZAPATERO. SUMISA SOCIALISTA DE COEFICIENTE INTELECTUAL BAJO

Aun cuando mi opinion no sirve para mucho, no me parece serio su funcionamiento, y mucho menos las personas que puedan dirigirlo, si tan bueno fuera se hubiese visto sus resultados en el tiempo que lleva actuando

Tranqui, Alcalde, tranqui:

El coeficiente intelectual de las personas se refleja en las cosas que escribimos cada uno de nosotros. Ella no va a tener menos coeficiente intelectual porque tu lo digas. A veces los deseos van por un lado y la realidad por otro.