Casas-Ibáñez - Albacete

Me extraña la ausencia de comentarios acerca de lo que está pasando con el caso de corrupción de algunos prebostes del PP.
¿Será la culpa del rojo-masón Zapatero?

Por mi parte, al que lo haga que lo pague ; pero no deja de sorprenderme que la acción de la justicia solo se dirija contra los cargos del PP y en cambio a los del PSOE se les deja campar por sus anchas. No hace mucho se descubrió un caso de corrupción muy serio en la Diputación de Almería, donde no intervino la Fiscalía ; ni tampoco en el Ayuntamiento de Sevilla con un escándalo de facturas falsas. Y no hace falta irse tan lejos.............

Lo que esto pone de manifiesto es que la clase política en España deja mucho que desear, y que este barco hace aguas.

No te extrañe tanto, Alonsoc, que no nos cebemos con lo que está pasando en "casa del PP". Sería hipocrita meternos ahora con ellos y ponerlos a parir aprovechando los últimos casos que han salido a la palestra.Cebarnos ahora en el PP sería actuar como actuan el grupillo de fanáticos antiZapatero y antisocialistas que suelen intervenir en este foro.
No nos engañemos tampoco: ahora están cayendo los del PP pero también es frecuente ver implicados en asuntos de corrupción a cargos del PSOE.

Los ciudadanos de a pie lo que tenemos que intentar es que ninguno de ellos (sea del partido u organización que sea) pueda meter la mano en la Caja Pública, denunciar los casos que sepamos y procurar que no puedan darse las condiciones para que casos de corrupción como los actuales y como los pasados puedan repetirse.
Un saludo...

si meten mano en el ayuntamiento de valencia pasaria lo mismo.valencia y castellon son los cortijos del pp.que pasaria si la aguirre fuera la presidenta?solo hay que mirar como esta madrid y espero que valencia sea la siguiente.

Rayuela : Una cosa es lo que a ti te gustaría que pasase y otra la realidad.

El Ayuntamiento de Valencia, no solo no tiene ningún caso de corrupción, sino que por el contrario esta destinando importantes partidas de dinero público a los comedores de caridad, que atienden a diario a miles de personas en paro y sin recursos, garantizando al menos una comida al día. Es decir, ayudando a los nuevos pobres que ha creado ZP.

Por otro lado, al corrupto que le caiga todo el peso de la Ley, pero hay que exigir principio de igualdad para todos. ¿Por qué no se detiene y procesa al Alcalde del Ayuntamiento de Sevilla por las facturas falsas detectadas por el Tribunal de Cuentas? ¿Por qué no se detiene al presidente de la Diputación de Almería por los cargos de libre designación fraudulentos que sirven para financiar al PSOE?, etc.

No creo yo que el PSOE de la corrupción (Roldan, Vera, FILESA, Juan Guerra, Aida Alvarez, Mariano Rubio, etc.) y del GAL, sea un referente moral hoy en España para nadie.

jajaja ya estamos con lo mismo, apechugar con lo que hay pperinos, ni es tan bueno el cordero ni tan malo el lobo.

tu lo has dicho.solo dan la sobras.de valencia sigo pensando lo mismo.sabes el dinero que se gastaron en el puente de las flores cambiandolas todas por la flor de navidad, que luego se tiran a la basura?solo es un ejemplo pero vergonzoso.

Pero este foro es de Casas Ibáñez o de Valencia?
Lo que esta claro es que Rita Barberá lleva cinco elecciones seguidas ganando por mayoría absoluta ; Izquierda Unida ha desaparecido del Ayuntamiento y el PSOE cada vez tiene menos representación. Eso son datos objetivos.

este mensaje empezo hablando de corrupcion.y la corrupcion no tiene limite.yo hablo del ayuntamiento que conozco.del ayuntamiento del pueblo no puedo opinar, lo siento.pero una cosa .la alcaldia es una cosa y la generalitat es otra.

Pues entra en el foro de Valencia, y vomitas allí tus descalificaciones.

Una expresión jodida!!, vomito!!, uahh uahh. Estamos en crisis económica pero no de educación entre nosotros, un poquito de por favor.

Con los debidos respetos :

Lo que parece una evidencia, es que la situación política y económica que sufrimos en España, ha provocado un estado de crispación general, de la que este foro no es ajeno.

Por otro lado, y respecto al verbo "vomitar", que sin ser una expresión muy agradable, no es un insulto ; y aunque su uso sea peyorativo, no creo que se trate de una falta de educación, sino mas bien una expresión afligida e hiriente.

Realmente lo del juez Garzón cazando con el Ministro Bermejo, con la fiscal de la Audiencia Nacional y el Jefe de la Policía de Madrid, si que parece cuanto menos, algo vomitivo.

Saludos

Muy bien Otro si, no estoy hablando de politica, perfecto, hablo de educación. A veces somos mas papistas que el papa, y te voy a hacer una pregunta, le responderias así a tu progenitor?, creo que no, por tanto para mí es una falta de respecto, de educación, de no saber estar, de moverse por impulsos y de no saber administrar la palabra.

¿Cómo llamas tú a lo que hace una persona que entra en este foro lanzando basura, sin prueba alguna, y relativa a otra ciudad?. Lo que no deja de sorprenderme es que te ofendas tú y no lo haga la interesada. No obstante, si la expresión te ofende ya te pido disculpas.

Disculpas aceptadas aunque no son necesarias, unicamente que veo como continuamente nos enzarzamos entre nosotros, sobre todo con temas politicos,debatiendo con la mismo rigurosidad que con la que se comenta un partido Madrid-Barsa, mientras que todos estos se enriquecen y al terminar se van a tomar una copa. Nosotros sin respetarnos

Ser político en este país y enriquecerse está mal visto. Para muchos robar es un pecado, y yo pregunto: ¿por qué? Una cosa es que robe la ciudadanía y otra muy distinta que robe un político. No hay que confundir las cosas. Porque robar no es algo insólito en el mundo de la política. ¿Usted cree que robar para un político es delito. Pues no, ellos no lo creen así, y si usted no lo comparte no se dedique a la política, pero deje robar a los que se dedican a ella que para eso les pagamos. Que si el PSOE robó, prevaricó y yo qué sé… ¿Eso está mal? pues no. Ahora se descubre que el PP supuestamente permuta obras oficiales y por lo cual e investigan a cargos públicos y funcionarios por su posible implicación, pues lo mismo digo: no está mal. Y es que hay que ponerse en su lugar, hay que saber lo caro que está todo por ahí. Claro, como la mayoría de la ciudadanía no sale de su pueblo no sabe lo que cuesta un “todo incluido” en un hotel de cinco o seis estrellas con unos salones para convenciones, o un avión privado de urgencias. “Que no roben ni prevariquen, que sean honrados”, dicen algunos, y yo les digo: ¿cómo entonces sus señorías financiarían a sus propios partidos políticos? “Hay que educar a la ciudadanía”, y decirles que mejor harían si miraran para sus adentros, meterse en sus asuntos, quiero decir, y no pretender arreglar los de los demás, ay. Precisamente ayer tuve un pequeño altercado en el bar por el tema del PP. Desde luego yo lo defendía, y es que la foto me pareció enternecedora, entrañable, todos juntos arropando a Rajoy, por cierto, que se dice que la idea partió de Rita Barberá -es que está en todo-. Vicente, el alcalde de mi pueblo, me puso la mano en la frente por si tenía fiebre, no entendía que yo defendiera al PP. Pero él ya no recuerda el “Caso Filesa”. Hay para todos, querido alcalde, le dije; bueno, para todos no, para algunos. Estuvo a punto de darme sus condolencias y romper nuestras relaciones para siempre, tal que el PP con el PSOE en materia de justicia. Por cierto, otra que tal baila, mira cómo se pone el Trillo por un día de caza compartido sin ningún tipo de interés que se sepa. Desde luego yo lo hubiera invitado, está claro que son celos. La ciudadanía no entiende que meterse en política y no hacer negocios abre de alguna manera el cajón de las sospechas. ¿Por qué no roba ése o aquél político? ¿Qué tienen que ocultar? Serían dudosos sus principios si no robaran. Y desde luego una falta de respeto hacia los muchos que lo llevan haciendo toda la vida. El caso es que el tema se fue liando a lo “Pinto y Valdemoro” y creí que el alcalde me atravesaba el corazón con el palillo del pincho de tortilla que estaba comiendo. Jamás lo vi ponerse así conmigo, y mira que las tuvimos… Somos amigos, pero miedo me dio. En la vida no hay que ser tan apasionados, en política y otras desgracias, quiero decir, que no en el amor. A poco tiempo llegó la hora de las noticias y vuelta a empezar, algunos casi se desmayan al escuchar a Iñaki Gabilondo comentar el tema de los espías y la presunta trama corrupta en el PP. Gracias que antes de los deportes, y de pasada, el informativo derivó en el terrible incendio provocado que abrasa Australia dejando a su paso más de dos centenares de muertos; que la extrema derecha ganó en cierto modo las elecciones en Israel (ellos deciden quién forma gobierno) y que en sus intenciones está, si Dios o Barack Obama no lo remedian, tirar una bomba atómica en Gaza; que una vez más en Irak una suicida mató a veinticinco personas -de los cuáles diez eran niños-; que perseveran las negras perspectivas de la crisis al entrar el país en recesión. En fin, el caso es que poco a poco se fueron calmando los ánimos y todo volvió a la normalidad. (No me lo explico, a poco más de un mes de haber dejado la política municipal y comprarme un BMW, cómo algunos todavía me miran con desconfianzas y otras absurdidades).


Publicado en el LEVANTE

Javier Sádaba:

Yo no invitaría a votar a nadie; mejor sería quedarse en casa el día de la votación y que el resto del tiempo nos dediquemos a cambiar cotidianamente el barrio o la ciudad. Ocasiones no faltan. De ahí lo deseable de un compromiso más propio de animales políticos y no una pseudogestión política vacía y sometida; y llena de mala esgrima. Es curioso, y son ejemplos cercanos, cómo se puede vivir de criticar, destrozar o minimizar al contrario; naturalmente a bajo costo y sin gran esfuerzo intelectual. Es el caso de los que agotan sus energías metiéndose, como si del único problema se tratara, con el PP. Al grito de que viene la derecha, todo vale. Habría que defender a la izquierda, nos dicen, por muchos que fueran sus defectos. Por cierto, me imagino que cuando hablan de izquierda lo harán de broma. Y más por cierto aún, los que se ponen la medalla izquierdista rara vez les encuentra uno allí en donde quema el ser de izquierdas de verdad y no de etiqueta. Serán monárquicos por ser republicanos, defenderán la autodeterminación del país más lejano, pero no se mojarán una uña por lo que pidan, es otro ejemplo, en Euskadi. Gritarán a favor de la escuela pública, pero mandarán a sus hijos a la privada. Estarán dispuestos a condenar, cosa que me parece muy bien, a Aznar por habernos engañado con el truco de las armas de destrucción masiva, pero no se fijarán en Solana o en tantos más de la misma banda. Y ni una palabra, claro está, sobre la barbarie de Afganistán. Los casos son tantos que da pereza seguir con ellos. Los argumentos, además, los convierten en chantaje. Y es que no se debería votar a X porque viene el lobo si antes no nos aseguramos de que X es otra especie de lobo o que, a la larga, el lobo que venga será más feroz. Y, encima, sus argumentos son falaces. Como nos enseñó un renombrado filósofo, aunque el razonamiento es de sentido común, yo no soy bueno porque el otro es malo. Se trata de una forma mezquina de ser bueno. Al final, en este juego en el que cada uno sirve a su tribu, lo que desaparece es el intento por embarcarse en la noria que deja todo igual, mientras los partidos se reparten el poder. La visión alternativa, crítica y autocrítica, que ponga patas arriba el engaño que proviene de un mundo dominado por el rostro del dinero, se desvanece. Un último pseudoargumento suele ser que siempre hay diferencias entre los grupos políticos o que la equidistancia es un error, si no un pecado. A lo primero, habría que responder, independientemente de que todos los partidos se encuadren en textos legales, llenos de agujeros y que no son la mano de Dios, que los que así opinan deben tener un microscopio excelente para detectar tantas diferencias cuando todos beben del mismo sistema. Las diferencias son mínimas y en modo alguno suficientes como para trazar una línea tajante entre los contendientes. Por otra parte, los errores de la llamada izquierda pueden ser más perniciosos puesto que ahogan las reivindicaciones realmente alternativas. Y la equidistancia que tendríamos que evitar es la que pueda darse entre la verdad y la falsedad, la justicia y la injusticia, la mentira y la sinceridad, o la inteligencia y la necedad.

Las votaciones, lo he sugerido, se han convertido en ritos que perpetúan el poder, dan un cheque en blanco, no favorecen la participación en la vida común y, al final, hacen que siga la noria dando vueltas sin que nada realmente cambie. Pero de ahí no se sigue que me puedan quitar mi derecho a votar. Viene esto a cuento por las detenciones que se han dado en Euskadi y los esfuerzos estatales para prohibir que una parte del pueblo vasco acuda a las urnas. A los primeros se dice que se les ha metido en la cárcel porque, según unas supuestas pruebas, obedecerían a Batasuna y, desde ahí, a ETA. Todo está traído por los pelos. Las sospechas respecto a la falta de independencia de la justicia son tan monumentales que se truecan en argumentos. Es lo que cualquiera diría en voz baja aunque sostenga lo contrario en voz alta. No quieren, en suma, que un determinado grupo de personas se presente a las elecciones y se arbitran las medidas más disparatadas para imponer la voluntad del Estado. Bonito ejemplo de democracia. Lo más dramático es que lo que uno oye o lee sobre el tema se reduce a contarnos las diferencias entre la vía penal y la contencioso-administrativa, los desvelos de Garzón o los de Pumpido, la aplicación de la Ley de Partidos y unas cuantas monsergas más. Raro es que se entre en las entrañas del asunto. Al final aparece la fuerza de Humpty-Dumpty: el que puede, puede. Y hace lo que le parece oportuno con las palabras y con las leyes. Curiosamente en estos casos los que suelen acusar a los que ellos llaman equidistantes hacen alardes de una equidistancia deplorable: llamándose demócratas, miran para otro lado cuando la radicalidad democrática exige protestar contra todo lo que la pisotee. Pero la noria sigue dando vueltas, las tribus sacan partido de los partidos y tan contentos. No veo utilidad alguna al voto. Pero que no me lo quiten ni a mí ni a nadie. Lo guardo o lo regalo. Es cosa mía. Y de unos cuantos más.