El ‘caso Bárcenas’ enmudece al PP Los principales dirigentes del partido evitan comparecer desde febrero. Para no equivocarse lo mejor es esperar y guardar silencio. Esta fórmula, la más empleada por Mariano Rajoy ante las crisis, seguida a rajatabla en las últimas semanas por los principales dirigentes del PP, ha derivado en una situación sin apenas precedentes. El presidente del Gobierno lleva casi dos meses sin convocar al Comité Ejecutivo Nacional —a pesar de que, según los estatutos del partido, ese órgano debería reunirse “ordinariamente” al menos una vez al mes— y los miembros de la cúpula evitan las comparecencias públicas en la sede nacional desde el pasado 25 de febrero. Aquel fue el día en el que la secretaria general, María Dolores de Cospedal, definió el supuesto finiquito del extesorero Luis Bárcenas con figuras jurídicas insólitas, según expertos laboralistas, como “contrato en forma de simulación” e “indemnización en diferido”. El caso Bárcenas, además de mantener en vilo al partido, ha retrasado —en algunos casos, paralizado— muchas decisiones internas y ha blindado la comunicación de la formación. La cúpula del PP no celebra la habitual reunión de estrategia semanal del comité de dirección, integrado por la propia Cospedal y los vicesecretarios Carlos Floriano, Esteban González Pons y Javier Arenas, desde hace tres semanas. Entonces, el 4 de marzo, todos se negaron a comparecer ante los periodistas. Ningún dirigente se siente cómodo en el papel de portavoz del escándalo, y las explicaciones sobre el vínculo laboral con el extesorero o el despido de Jesús Sepúlveda, exalcalde de Pozuelo y exmarido de la ministra Ana Mato, imputado en la trama Gürtel, han puesto en evidencia varias contradicciones. |