Vitoria-Gasteiz - Alava

Leyendas y viajes de un Papa




¿Donde estuvo el Papa cuando sucedió lo de Ruanda, cuando en pocas semanas se machacaron a cientos de miles con la participación de monjas y monjes católicos?. Por qué el Papa no excomulgó de su Iglesia a todos los que no se opusieron a ese holocausto del pueblo, sí, incluso que participaron de él.

Dónde estuvo el Papa cuando comenzó la guerra en los Balcanes que él consideró correcta.

Con la guerra de Irak vio la catástrofe como un político real y dijo: “Esa guerra no la haría yo”. Pero porque no dijo a todos los cristianos que pertenecen a su Iglesia: Quien esté a favor de esa guerra no puede ser miembro de mi organización.

¿Por qué este Papa no ha hecho uso del gran poder que el se atribuye como padre de todos los príncipes y reyes, para crear la paz en este mundo? Por qué no apeló a todos los cristianos a no participar de la guerra tal como hizo Jesús de Nazaret, cuando dijo: “Quien con la espada mate, bajo la espada perecerá!”

¿Por qué no entregó su riqueza para luchar contra la pobreza de este mundo? ¿Por que tapó los escándalos de su propio imperio financiero en los cuales se trata incluso de la muerte y el asesinato? ¿Por que encubrió a un Marcinkus, que estaba enredado en delitos?

Se podría seguir añadiendo muchas preguntas más, que serían un peligro para la leyenda del Papa de los pobres, del Papa de la paz.

Una parte de los muchos fenómenos del culto a los muertos es que se desconecta más y más de la realidad. Los países a los que el Papa visitó tuvieron que pagar esos viajes a costa de los ciudadanos. Y a los pobres del Brasil, o de cualquier otro lugar del mundo no les ha valido de nada que se construyera una capilla en algún lugar antes de la llegada del Papa, para que él la visitara, mientras que los barrios pobres siguen estando exactamente igual hasta el día de hoy.

En la televisión se pudo ver a una mujer anciana del Brasil, que estaba en duelo por el Papa y tan agradecida de que la hubiera visitado en esa barriada pobre. Pero el reportero añadió: “Desde la visita del Papa a estas personas hasta el día de hoy no ha cambiado nada de la pobreza en la que viven”. Por ello es extremamente cuestionable en que condiciones psíquicas y emocionales han de encontrarse tales personas que no han recibido nada del papa pero que ahora están afligidas por él.



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