Bernedo - Alava

¡Aupa, Miguel, camarada!
Aquí me tienes de nuevo,
que, aún llegando con demora,
¡nunca abandona Bernedo!
Ya sabes que mi condición
de popular arquitecto,
me tienen siempre saltando
de construcción a remiendo:
trazo dos planos acá,
que me parecen muy buenos,
y frotándome las manos,
acudo con mi proyecto
a los que tienen las llaves
del cajón de los dineros,
y ellos me lo desestiman,
que es muy caro el argumento...
Te envié unas reflexiones
de ingeniosos destellos,
-así me lo parecían-
hasta que pillé el reflejo
de tu saber madurado,
más matizado, más lleno.
En ocasiones me ocurre
que decir algo, pretendo,
y me pierdo en un laberinto
de torpezas y rodeos.
Jámás me cuadra una idea
como expresarla deseo,
y aunque a derechas la diga,
a izquierda sale corriendo.

Qué antigualla...