Zaragoza - Zaragoza

Se ha consumado el desastre al aprobar el Congreso de los Diputados el Estatuto de Autonomía de Aragón, sólo con el voto en contra de Chunta Aragonesista. Nunca antes el voto de un solo diputado (Labordeta) significó tanto. ¿Pero cómo votar a favor cuando este estatuto nos deja sentenciados para seguir siendo una autonomía de tercera división? Por lo menos la CHA no ha participado en esta pantomima. El Estatuto de Autonomía de Aragón, no sólo no incorpora una inversión fija del estado, como ocurre con el de Cataluña, Andalucía, Castilla-La Mancha, Canarias y Baleares; no sólo no mantiene el concierto económico bilateral que teníamos hasta ahora con el estado y lo cambia por un acuerdo que ponderará las inversiones a Aragón (o sea, se nos va el dinero fijo encima de la mesa); no sólo no blinda un posible trasvase del Ebro; no sólo no protege los derechos de los 100.000 aragoneses que hablan aragonés o catalán en Aragón, al no nombrar ni proteger dichas lenguas; no sólo no alcanza el máximo techo competencial al dejar fuera nuevas competencias que sí recogen otros estatutos, sino que, ADEMÁS, entierran nuestra historia en cal viva. Esta frase no es mía sino de Chesús Bernal. La dijo en un encuentro con asociaciones ciudadanas para explicar esta reforma del Estatuto. El preámbulo del Estatuto que salió de las Cortes Aragonesas el pasado mes de mayo, rumbo a Madrid, decía :

Aragón es una Nacionalidad con más de doce siglos de Historia. El antiguo Condado, nacido en el siglo IX en torno a los ríos que le dieron nombre, se constituyó en Reino en el año 1035 y, tras la incorporación de Sobrarbe y Ribagorza y la expansión por los somontanos, el valle del Ebro y las serranías Ibéricas, ya tenía fijados sus límites territoriales, a principios del siglo XIV, de forma definitiva. Sobre este amplio y variado territorio, sucesivas generaciones de aragoneses fueron construyendo una entidad política diferenciada, fundada en la defensa de sus libertades, dotada de instituciones singulares como las Cortes, el Justicia Mayor y la Diputación del Reino y, al mismo tiempo, titular de un rico patrimonio natural, cultural, jurídico y lingüístico. Este País fue germen y cabeza de una confederación peculiar y precursora en Europa: La Corona de Aragón. La esencia del antiguo Reino de Aragón eran sus Fueros, que emanaban de una concepción pactista del poder y que quedaba fielmente reflejada en el juramento que debían prestar los Reyes de Aragón. El pueblo aragonés siempre se caracterizó por defender celosamente sus Fueros y Libertades. Y este carácter Foral tuvo reflejo en la Compilación de su Derecho en el siglo XIII, en el llamado Compromiso de Caspe de 1412, y en la institucionalización de la identificación de sus Libertades, hasta el punto de que el Justicia de Aragón fue decapitado, tras las alteraciones de 1591, por encabezar su defensa. Los Decretos de Nueva Planta, de 1707, abolieron, por derecho de conquista, el Derecho Público y las Instituciones propias del Reino de Aragón, que había sido independiente durante setecientos años….
La cal viva la han echado las enmiendas redactadas al alimón por PSOE, PP, IU y PAR, al eliminar muchas de estas referencias históricas. Se cargan la frase "Aragón es una nacionalidad con más de doce siglos de historia" y la cambian por "La Comunidad Autónoma de Aragón, reconocida hoy como nacionalidad histórica…"
Tapan con cal viva el nacimiento de Aragón, la conquista de los somontanos, del valle del Ebro de y las serranías ibéricas y que este País fue “germen y cabeza de una confederación peculiar y precursora en Europa: La Corona de Aragón”-
Eliminan la mención a la decapitación en 1591 del Justicia de Aragón, las referencias a la Guerra de Sucesión o a los Decretos de Nueva Planta. Se cargan por completo el párrafo:
“Pese a que la Historia de Aragón ha atravesado por difíciles momentos, la pervivencia del Derecho Foral aragonés ha ido forjando y perfilando el carácter de los aragoneses, así como su consciencia de pertenecer a una Comunidad propia y diferenciada pero, al mismo tiempo, relacionada con sus vecinos. El discurrir del tiempo y el arrumbamiento de superados modelos por los nuevos estilos descentralizadores que emanaban de la democracia y de las fórmulas federales, cambiaron el sesgo político. Primero, con la Constitución de 1931, que en Aragón se tradujo en el Proyecto de Estatuto de Caspe de 1936.”

A cambio, los cuatro jinetes del apocalipsis han puesto: "los aragoneses siempre han entendido que su prosperidad se correspondía con la mejora de su capacidad de decisión y con su eminente carácter foral" porque, añade, eran "conscientes de pertenecer a una comunidad propia y diferenciada, pero al mismo tiempo, bien relacionada con sus vecinos".

Este nuevo preámbulo tergiversa, incluso, la historia al cambiar el párrafo:
"Desde la primera versión del Estatuto de Autonomía de 1982 hasta la actual, se han hecho avances sucesivos e importantes de cara a remediar insuficiencias, limitaciones y diferencias que existían en el nuestro, frente a otros Estatutos que en su arranque tuvieron la vía privilegiada del artículo 151 de la Constitución, de la que Aragón se vio apeado. (Precisamente por los pactos de Montalbán, en los que la UCD, con Román Alcalá como presidente–actualmente alto dirigente de Ibercaja- y Jose Angel Biel, como secretario, volvieron a cortar la cabeza a Aragón para llevarnos a la vía lenta de las autonomías, en lugar de meternos por la vía rápida del artículo 151, abierto para las llamadas comunidades históricas como Cataluña, País Vasco, Navarra o Galicia. O sea, las que ya tenían su Estatuto promulgado antes de la guerra civil, mientras que el de Aragón se quedó en puertas al estallar la guerra, pero ya estaba redactado)

Bueno, pues mienten y cambian la historia, sin ningún tipo de pudor, cambiando ese texto por el siguiente:
"Aragón encabezó el movimiento autonomista y fue unos de los primeros en acceder al régimen preautonómico".

Ya no sé qué más decir. Si Juan de Lanuza levantara la cabeza… No lo han podido hacer mejor. Este cúmulo de despropósitos, esta sarta de mentiras sobre nuestro País, se va a aprobar definitivamente el DÍA DE ARAGON, el 23 de abril. Propongo desde aquí una movilización ciudadana. Un levantamiento pacífico frente a este nuevo atropello.
Me niego a creer que en Aragón existe una mayoría de gente adormecida, sin rasmia, adocenada, sin pensamiento propio que va a permitir este atropello. No puede ser.