San Mateo de Gállego - Zaragoza

Drásticos recortes económicos, casualmente a los ciudadanos más desprotegidos y no a sí mismos, ni a bancos, iglesia, monarquía… ,clara tendencia a recortar y reducir al máximo la libertad de expresión y de reunión con una potente herramienta que a las religiones y al fascismo ha dado a lo largo de la historia excelentes resultados: EL MIEDO.

Miedo a defender un salario digno por temor al despido, miedo a manifestarse pacíficamente por temor a ser agredidos brutalmente por “nuestras fuerzas de seguridad” y encima ser calificados de terroristas, miedo a quedar tirado en la calle por temor al desahucio si no podemos afrontar nuestra hipoteca, miedo a ejercer el derecho de huelga por las represalias, miedo a no ser atendido con prontitud ante una urgencia médica, miedo a la continua y brutal destrucción de empleo, miedo a la continua pérdida de poder adquisitivo, miedo a que un día de estos los bancos cierren y quien los tenga pierda sus ahorros, el miedo a que los tratamientos para enfermedades crónicas o la investigación de otras quede suspendido, el miedo a la pérdida de una educación pública de garantías, el miedo en resumen, a que todo va a empeorar aún más si no hacemos lo que nos dicen y colaboramos sumisamente hasta la absoluta postración y pérdida absoluta de nuestra ya maltrecha dignidad.

Generar miedo es la consigna no explícita mientras nos inoculan el veneno a través de sus continuas y flagrantes mentiras. El miedo paraliza, anestesia, aborrega, somete, y a la vez fomenta la insolidaridad, el sectarismo, el racismo, incluso la delación.

El rápido y claro involucionismo al que estamos siendo sometidos en tan corto periodo de tiempo supone al cambio años de paralización y retroceso que sólo más adelante y con mayor perspectiva acabará viendo todo el mundo. El problema es que entonces será demasiado tarde e irreversible.