Las companas. Poema de Rosalía de Castro Aquí os traigo foreros/as una maravilla de poema sobre las campanas. No sé si habrá escrito algo mejor; pero, yo no lo he encontrado. LAS CAMPANAS Yo las amo, yo las oigo, cual oigo el rumor del viento, el murmurar de la fuente o el balido del cordero. Como los pájaros, ellas, tan pronto asoma en los cielos el primer rayo del alba, le saludan con sus ecos. Y en sus notas, que van prolongándose por los llanos y los cerros, hay algo de candoroso, de apacible y de halagüeño. Si por siempre enmudecieran, ¡qué tristeza en el aire y el cielo! ¡Qué silencio en la iglesia! ¡Qué extrañeza entre los muertos! A mucha gente no les gustan las poesías porque, pienso, no se ponen en situación. Veamos: una vez que la hemos leído de corrido, la volvemos a leer “poníendonos en situación”: Suponemos que estamos, al amanecer, con el aire en calma y en un montículo a unos 2 kilómetros de un pueblo,: “Oyes el rumor de la brisa de la mañana, el tintineo del agua al manar de un manantial cercano y el despertar de los corderos en la lejanía, en sus rediles. Si podemos dejar nuestras preocupaciones diarias, ¿No es esto relajante? Y, luego, “los pájaros, las aves con sus trinos nos animan la vida”... Y el misterio del sonido propagándose por los “llanos y los cerros” ¿Cómo actúa en nuestra pobre alma? Leed foreros/as con calma y despacio los cuatro últimos versos: Si no se bandearan las campanas “el aire y el cielo” perderían su alegría. Las iglesias perderían su significado de reunión y recogimiento, y lo mejor de todo: Qué comentarios “harían los muertos”. Este poema como sabéis fue escrito por una mujer: Rosalía de Castro, en tiempos que tenían que esconder sus realizaciones espirituales y literarias. Como os he adelantado, foreros/as no he encontrado ninguna poesía mejor; que despierte nuestros adormilados sentidos. Aparte os traigo otro poema que, para mí, es una birria, aunque su autor, Federico García Lorca, fue un gran escritor: LA CAMPANA En la torre amarilla, dobla una campana. Sobre el viento amarillo, se abren las campanadas. En la torre amarilla, cesa la campana. El viento con el polvo, hace proras de plata. Espero que os halla ayudado. Un saludo. |