Encinacorba - Zaragoza

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Felisa anda por los noventa y muchos. Era puro nervio. Ahora apenas hueso, pellejo y dos chispitas todavía brillantes en la cara. Una honda y permanente tristeza recorre las heridas que van cicatrizando en su corazón. Soportó con profunda entereza la muerte de su hijo. La más dura prueba para una madre. Pero para entonces ya habían pasado muchas vendimias. Casó con un vasco. Un buen hombre que vino a ganarse la vida trabajando en el ferrocarril. Eran los añorados y dichosos tiempos de la república. Ahora no soporta oír hablar mal de los vascos. No entiende las razones de las sinrazones que a su razón afligen. Viajó recién casada hasta el Campo Romanos en tren. Compraba huevos a tres, que en Zaragoza vendía a cuatro. El dinero se lo pedía prestado a su hermana Nati. A su hermana se los vendía también a cuatro. Eran tiempos de penuria y había que sacar adelante a los hijos. Nati no tuvo hijos, pero fue, como toda la familia, enormemente laboriosa. Trabajaba la miel de un pequeño colmenar cuando el azúcar se racionaba. Pero antes iba Fermina, que ya va por los noventa y pico. En su cara arrugada se adivina el trajín del siglo XX. Un siglo de guerras, dolor y muerte. Hubo un barón: Julián. Benjamín y pronto “hombre de la casa”. Era un zagal que no alcanzaba un “geme” y ya aparejaba las caballerías. Cavaba hoyos para plantar cepas como un hombre. Murió primero Marcelina, después Julián y por último Nati, dejando mermada la tribu de los Auré Ruiz. Familia dicen de rancio abolengo: Ruiz por los Ruiz de Azagra y apodados los “ranetes” por los Ram de Viu . La Casa Familiar con singular escudo en la puerta está sita en la calle Silvestre Sancho número 3, antes calle de la Cuesta. En ella dieron jofaina y toalla para su aseo al insigne botánico Lagasca en una de sus visitas a ésta su villa natal. Llega el 2008 y Felisa que pasa temporadas en la Capital del Reino aún tendrá ganicas de acercarse, refitolera como es, a la Expo´08. Para el nuevo año sólo cabe desearle salud y que conserve ese buen juicio, del que aún goza, la más veterana de Encinacorba y de los Auré. Feliz año nuevo Felisa.
*Escrito por Juan Antonia Garcia Gines Estudiante de Derecho en Zaragoza.

FELICITO YO TAMBIEN A LA TIA FELISA, QUE ES MUCHO MAS DE LO QUE CUENTAS LO QUE LE HA TOCADO PASAR.

VA SER QUE EN ALGO ESTAMOS DE ACUERDO TODOS.

Tontoelculo tanto que odias a los copian y tu no sabes hacer otra cosa que copiar. Que te den