Pedrajas de San Esteban - Valladolid

Esos nuevos aparatos que se van a colocar en las viviendas para sustituir a los actuales tienen el inconveniente, nada desdeñable, de que llevan incorporado un emisor de frecuencias para poder recoger sus datos por vía telemática. Lo que puede llegar a afectar sobre todo a las personas más sensibles en el pueblo a los dispositivos inalámbricos y a los campos electromagnéticos en general, un problema de importancia que hoy en día va en aumento por los altos niveles de ese tipo de contaminación invisible.
En estos casos, creo que habría que dar la opción a los vecinos de poder seguir usando en su casa los contadores normales, pues al Ayuntamiento no le va a suponer mucho esfuerzo realizar in situ las lecturas de consumo, como se ha venido haciendo hasta ahora tres veces al año.

Las emisiones de esos aparatos pueden ser detectadas fácilmente con medidores de radiofrecuencias y de ondas electromagnéticas, como se puede ver en un vídeo informativo que hay en internet.
Los que se pusieron hace unos años para medir el consumo de luz no causan ese problema, dado que utilizan la propia red eléctrica en la transmisión de datos.

Más comodidad para el Ayto. -que así no tendrá que hacer las lecturas domiciliarias tres veces al año- pero más radiaciones en el municipio y dentro de las viviendas.

Los estudios que se vienen realizando desde hace décadas indican que la exposición frecuente a las radiaciones artificiales contribuye a la aparición o al empeoramiento de diversos problemas de salud. Y hay que tener en cuenta que algunos vecinos con hipersensibilidad a las mismas o con la salud ya delicada van a tener funcionando en su vivienda esos emisores, aunque solo se recaben datos desde el exterior cada cierto tiempo.

Al menos en los domicilios particulares, eso no debería ser una imposición general a los vecinos. Porque una cosa es medir el consumo de agua en las viviendas y otra colocar en ellas emisores de ese tipo para poder hacer las lecturas sin tener que mirar los contadores.

A ese respecto hay que decir que los vecinos también podemos colaborar en la anotación de las lecturas de consumo, cuando sean requeridas por el Ayuntamiento, para limitar al mínimo las visitas anuales del revisor municipal.

Con un poco de organización en ese sentido, no haría ninguna falta poner en las viviendas esos contadores "inteligentes" que van a aumentar sin duda la polución EM de nuestro hábitat, pues emiten en un amplio radio de frecuencias a su alrededor para que se puedan captar bien las señales desde cierta distancia.

No olvidemos que en muchas de nuestras viviendas los contadores de agua se hallan situados cerca de los dormitorios o de las salas de estar, que es donde se suele pasar la mayor parte del tiempo dentro de las casas.

Creo que a ningún vecino se le puede obligar a tener en casa uno de esos contadores-emisores, si no quiere estar expuesto innecesariamente a sus frecuencias de largo alcance, sobre todo en las horas nocturnas, pues es durante el sueño cuando el cuerpo es más receptivo a los CEM (campos electromagnéticos), como se ha podido comprobar en los mencionados estudios.

Pero parece que en el pueblo sigue habiendo muy poca información sobre este asunto, aunque es algo de relevancia para los vecinos. Quien desee estar bien informado se puede poner en contacto con algún experto en estos temas de "electrosmog". Uno de los mejores que hay actualmente en España es Joan C. López (600.492134).