Nueva Villa de las Torres - Valladolid

Con el cuerpo agotado de hacer tantos deberes, estudiar tantos temas de un montón de asignaturas, hacer tantos trabajos, excursiones, participaciones en juegos escolares; llega la hora de la verdad.
Los padres sabemos si nuestros hijos aprobarán o suspenderán a poco que analicemos la trayectoria del curso. En unos casos estaremos orgullosos, en otros nos preguntaremos si no arrimamos el hombro lo suficiente.
En mi caso, siempre están en la cuerda floja y por ahora no se ha roto, pero, ¿qué pasará este año?.
No me canso de decirles y demostrarles que es su futuro, que tienen que estudiar, que es su obligación.., pero ellos siempre deciden, aunque nos duela.
En mis tiempos, la mayoría, estudiábamos para que no nos castigaran, ahora suspenden para que les castiguemos o para llamar nuestra atención, no lo sé. Es lo que se lleva.
Estos hijos nuestros son la leche, perdonar la expresión. Unas veces te los comes a besos y otras te gustaría comértelos con patatas.

Mi experiencia:
Tengo dos hijos, el mayor 21 años, terminando una diplomatura, no ha repetido curso nunca y se enfadaba siempre que su nota bajaba un poquito, siempre dice que las cosas le van más o menos, pero luego la nota es mucho mejor de lo que el cree. Tiene mucho amor propio y le interesa mucho aprender cosas nuevas.
El de 15 años es muy parecido, pero le basta con aprobar, no se esfuerza mucho por conseguir más nota, pero ya tiene claro su futuro y lo que quiere estudiar.

Mi opinión:
Pienso que les estimulamos poco, comenzando por los padres y terminando por el profesorado, de todas formas el "grueso" del aula, motiva o desmotiva para aprender. El curso pasado, mi hijo pequeño tenía varios compañeros que lo primero que hacían nada más entrar en clase... era tirar las sillas al suelo, volcar mesas, vaciar las papeleras... y así resulta imposible dar una clase o prestar atención al profesor...

Pero ese tipo de educación se la tenemos que dar los padres... el respeto a los demás se aprende en casa, las normas también...

Espero no haberme puesto demasiado seria

Mil besos o más

Los que me conocéis, sabéis que tengo dos hijos, un chico de 15 años que está acabando 3º ESO y una chica de 13 años acabando 2º ESO.
En mi caso, vaya por delante, que son dos chicos normales; es decir, que aprueban y suspenden.
El chico, con una capacidad enorme para el estudio, le cuesta aprobar, no hay año que no le quede alguna asignatura. Yo le llamo el chico de las "medias". Hoy saca un 8 en un control y al siguiente un 2, ya tiene el 5.
La chica, con menos capacidad para el estudio, le sobran ganas de superación. El curso lo lleva bien.
La primaria la hicieron en un Colegio concertado, pasando directamente a un Instituto público para hacer la ESO. Como sabéis, nada que ver el uno con el otro.
En los Institutos públicos, además de para estudiar, hay que emplear el tiempo en superar varias barreras: La mezcla de todo tipo de alumnos, varias nacionalidades, el mínimo interés de los padres, en su mayoría demasiado ocupados para ayudar a sus hijos con las tareas del cole, el alto número de repetidores..Toda una carrera de obstáculos.
Estoy con miCielo en que la primera escuela tiene que ser la familia. Puede que no nos impliquemos lo necesario para conseguirlo.
No obstante, seamos optimistas y sigamos intentando hacer que nuestros hijos nos quieran y sean felices, luego, si aprender a sumar, mejor que mejor.