Nava del Rey - Valladolid

Las organizaciones agrarias españolas preparan un otoño caliente para protestar por la ruina económica que sufren los empresarios y trabajadores del campo. Asaja, COAG y UPA preparan una huelga general del sector en todo el país para los días 20 y 21 de noviembre, que concluirá con una gran manifestación en Madrid. Las cooperativas agrarias se han adherido a las protestas, pues sus socios y propietarios son los sufridores directos de la aguda crisis de precios y de rentabilidad, por lo que plantean que no se puede seguir en el actual estado de cosas.
Lasmovilizaciones (también habrá convocatorias locales) se dirigen, lógicamente, contra el Gobierno, al que consideran último responsable del problema, al no ser capaz de regular un sistema que garantice que los productores puedan recuperar, al vender sus cosechas, al menos lo que les ha costado obtenerla. Los costes han subido en el campo un 33% en cinco años y la renta ha caído un 26%.
Pero también se orienta la protesta contra las grandes cadenas distribuidoras de alimentos, a las que culpan de imponer a los agricultores y ganaderos un constante abaratamiento de los precios que les lleva a la ruina y al imparable cierre de explotaciones.
El problema no es nuevo, pero se está agudizando. Las grandes cadenas de supermercados e hipermercados están enfrascados en una dura competencia por ofrecer a los consumidores los precios más bajos en artículos básicos de alimentación, lo que se traslada a través de la industria agroalimentaria y deriva en precios ruinosas para las cosechas en origen. En apariencia todo se hace por el bien del consumidor, pero las organizaciones agrarias advierten que eso es a cortísimo plazo, puesto que a la larga ocurrirá lo contrario: al destruir tejido productivo acabará habiendo menos oferta y tendrán que subir los precios, después de haberse perdido capacidad productiva y una deseable estabilidad. Y también señalan que no es válido el frecuente argumento de que si no hay suficiente oferta local de algo vendrá de fuera, porque eso no garantiza el suministro en cantidad y en precio.
Una de las más recientes muestras de la política de precios más bajos de las cadenas comercialesfue denunciada ayer por la Asociaicón Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), al señalar que diversas distribuidoras están presionando a cooperativas y otros comercializadores privados de cítricos para abaratar los precios de compra de naranjas y mandarinas, amenazándoles con anular pedidos. De momento, los exportadores no ceden a la presión, dada la importante merma de cosecha.

ZAPATERO TERMINAS CON ESPAÑA

Este gobierno es un auténtico desastre. Está llevando el país a la ruina y el enfrentamiento. No hay un solo sector con el que no se haya enemistado: agricultores, autónomos, transportistas, policías y guardias civiles, jueces, empresarios, etc. Ánimo y que siga la fiesta
zapatero,lad.ron

No es un problema de Monopolio, sino de Oligopolios que acaparan excesivo poder para interferir en las reglas del libre mercado y la libre competencia. Y lo de que el Gobierno ¡no puede hacer nada! que quieres que te diga, el Gobierno sea del color que sea es el único que puede frenar esto, y aquí unas ideas por si alguien quier tomar nota:
1.- Primero que la Ministra de Agricultura se digne a sentarse en la mesa con los agricultores, y después llame a sindicatos de trabajadores, distribuidores, multinacionales y grandes superficies para tratar de que alcancen acuerdos o firmen Convenios de regulación del sector. 2.- Si eso no funciona tendrá que legislar para prohibir técnicas agresivas de markéting como la venta de productos gancho por debajo del precio de coste (leche y aceite de oliva están en ese problema). 3.- También puede legislar para limitar las posibilidades de almacenamiento de stocks alimenticios por las grandes empresas, o la importación de ciertos productos extranjeros justo antes de las temporadas de cosechas en España. 4.- Y después de muchas otras legislaciones que se nos pueden ocurrir para mejorar el sistema quedaría el último recurso del intervencionismo, con tal de que ello fuera necesario para salvar al sector primario, que si cae, hará caer detrás a la Industria y los Servicios. PERO LO PRIMERO ES SER CONSCIENTE DEL PROBLEMA Y QUERER SOLUCIONARLO, pero para este Gobierno está visto que lo de "prevenir antes que curar" no va con su filosofía, esperarán a que haya un reventón para ir después a poner un parchecito