Lomoviejo - Valladolid

Querido amigo: No se quien será el cartero que te haga llegar esta carta,pero estoy seguro de que la vas a recibir,de lo contrario no la escribiría.
Quiero que sepas que en este valle de lágrimas(maldita precisión de la metáfora) has conseguido dejar, como tu siempre quisiste,un recuerdo y una huella que sólo dejan las personas que se salen de la vulgaridad, de la simplicidad. A todos los genios se les ha tildado siempre de excéntricos,de raros. A ti también, y simplemente porque has sido siempre tu, siempre El Barbas, con sus luces y sus sombras, sin dobleces, sin reír la gracia cuando lo exige el guión o sin guardar unas formas cuando lo dicta el tratado de las buenas maneras. Siempre de frente. Las cosas claras.Tus razones las defiendes a capa y espada contra todo y si llegara el caso, contra todos. Con voz fuerte, alta, pero siempre exenta de rencor. Criticado por muchos, envidiado y querido por todos.
Para mí eres ese compañero de viaje imprescindible. Haciendo las cosas fáciles, nunca fallas, nunca dices blanco cuando queieres oír blanco y a la vuelta dices negro. Jamás vas por detrás. Qué pena no ser todos tan trnsparentes. Ser como somos dejando a los demás que sean como sean.
Enorme corazón gruñón.
Lomoviejo se ha afeitado en otoño. Pero, cuando sople el cierzo, se acordará de ti y en primavera se acordará de ti y cuando llegue el estío también se acordará de ti. Y tomará tu legado contra el frío y el calor, y será vacuna contra el tedio y el dolor. Tu recuerdo ya no nos quemará, será siempre el fiel guia, compañero de viaje.
Realista como la vida y fuerte como un gladiador.
Mal contrincante tuviste en tu última lucha. El destino siempre gana.Se disfraza de esperanza y te tiende un hilo para que trepes por él; cuando estás llegando arriba lo corta y te tiende otro...y lo vuelve a cortar para hundir al rival en la desesperanza.
Tú fuiste el mejor gladiador contra una causa perdida, el más fuerte,el destino no pudo arrebatarte tu fuerza interior. Solamente la fragilidad de nuestra materia fue cediendo terreno. Al final de la batalla, tu espada únicamente te servís como apoyo ante las embestidas de tu oponente.
Ironías de la vida: El "exclusivo" Copito de Nieve cayó derrotado el mismo día.
Hasta siempre, Barbas, compañero de viaje; nos quedamos con tu espada, no te defraudaremos. Tenemos buen maestro. Genio y figura.

gracias

Buenos días,
Así era Carlos.
Muchas gracias por recordarle y quererle como era.
Un abrazo...Isabel

La mejor idea que he visto hasta ahora en el foro.

Hasta siempre Barbas.

Genial la carta!!

Carlos seguro que esta refunfunyando, con aires de "cartas a mi...", pero en el fondo le encanta.
Un besazo
Sonia

( Esta carta seguro que de punyo y letra queda mejor, que tal si me la envias por correo, please)