Barcial de la Loma - Valladolid

El Gobierno se vanagloria porque la prima de riesgo ha bajado a los 248 puntos básicos, y los periódicos más afines cubren portadas y editoriales con la buena nueva de que es un síntoma de que la crisis encuentra la salida al final del túnel. Echan su suerte a la mala memoria nacional cuando la realidad es que no hemos hecho otra cosa que volver a la última etapa de Zapatero: en julio de 2011 el diferencial con el bono alemán estaba en los 250 puntos. Cierto que muy distante de los 20 puntos que alcanzó en mayo de 2008 antes de que cayéramos en esta crisis que dura ya cinco años.

La prima de riesgo fue una gran protagonista en la campaña electoral de noviembre de 2011 y Mariano Rajoy pidió a los españoles una mayoría holgada para derrotarla, porque, según dijo, su victoria era "el mejor mensaje que España puede dar a Europa, a los mercados y a los de la prima de riesgo".

La entonces portavoz del PP en el Congreso, y hoy número dos del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, tan dada a los discursos grandilocuentes dijo aquello de que "la prima de riesgo se llama Rodríguez Zapatero", y que lo que necesitaba España era "un Gobierno nuevo" que diera "confianza fuera y dentro". Los máximos dirigentes del partido justificaron la exigencia de dimisión de Zapatero con la prima de riesgo en 250 puntos (los de hoy), que consideraron "insostenible".

Saludos y rabitos de pasas para los desmemoriados.