Barcial de la Loma - Valladolid

Hay abundancia de motivos para que Mariano Rajoy dimita. Pero la puntilla se la clavó -deliberadamente o no- María Dolores de Cospedal, cuando ante el juez Pablo Ruz, reveló que Rajoy y Javier Arenas pactaron con Luis Bárcenas sus condiciones de salida del Partido Popular en 2012.

Es decir, que el tesorero infiel obligó al presidente del PP, y más tarde presidente también del Gobierno de España, a dejarle irse de rositas gracias a una serie de privilegios y de miles y miles de euros, avalados por la máxima autoridad del partido, que era y continúa siendo don Mariano desde 2004.

Lo subrayó diario rojo y creador de mataperros El Mundo en el editorial del jueves pasado: "Lo más llamativo de su intervención es que aseguró (Cospedal) que fue el presidente del PP quien acordó personalmente con Bárcenas, en presencia de Arenas, las condiciones de su simulacro de salida del partido".

Y añadió el editorialista: "Esa intervención directa que Cospedal, secretaria general del partido, atribuye al líder del PP [...] da sentido a los mensajes de móvil que Rajoy envió al extesorero mostrándole su apoyo y pidiéndole tranquilidad incluso después de que aparecieran sus cuentas en Suiza".

Está pues muy claro que Rajoy omitió en su forzada intervención del día 1 de agosto -cuando dijo por lo bajini que se había equivocado respecto a Bárcenas- su bajada de pantalones frente al tesorero infiel. El presidente ha actuado, y sigue haciéndolo, sin dar la cara y taladrando la verdad de los hechos.

Ahora parece que no era el chantaje de un delincuente, sino el pacto del presidente del Gobierno con ese delincuente.

Rajoy volvió a mentir hace diecisiete días. Escondió la realidad que, por otra parte, era un secreto a voces y que, como es sabido, ha confirmado Cospedal. Nadie se va de la empresa en la que trabaja -salvo que pueda chantajear al dueño- llevándose el santo y la limosna. Nadie que haya trabajado por cuenta ajena y haya sufrido un despido ignora que las indemnizaciones se pagan a tocateja o de lo contrario ese despido es rigurosamente nulo, y pactar cobrarlo "en diferido" es un pacto contra lege (¡toma ya, Chichifú, otro latinajo!) y, por tanto, nulo.

¡Menuda limosna le sacó Bárcenas a Rajoy! ¿Por qué? Pues porque de lo contrario habría cantado. Que es lo que está haciendo ahora y desde la cárcel.

Saludos.