Montroi/Montroy - Valencia

Escándalo de corrupción de un alcalde que el PSOE elude afrontar

El secretario general del PSPV no suspende de militancia al alcalde de Montroi imputado de prevaricación urbanística, desobediencia y omisión del deber de persecución del delito.

DOBLE RASERO

El secretario general del PSPV no expulsa al alcalde de Montroi, Antonio Polo, al que un juez le imputa varios delitos, entre ellos el de la corrupción urbanística.

Mira por donde pero hay vida más allá de Gürtel. Resulta que el alcalde de la localidad valenciana de Montroi, Antonio Polo, socialista él, recibe la noticia de su imputación judicial con los cargos de, nada más y nada menos, delito continuado de prevaricación urbanística, omisión del deber de persecución del delito y desobediencia, una situación judicial que le llega al alcalde socialista mientras se aferra todavía más fuertemente al cargo y anuncia que no piensa dimitir. Y no lo ha hecho pese a que el escándalo y la alarma social van en aumento. ¿Qué hubiese pasado si este alcalde fuese del PP en vez del PSOE?, nunca se sabe pero quizás hubiésemos visto otro circo y capítulo de detenciones y grilletes con la debida publicidad de fotógrafos y televisiones.

Está en su perfecto derecho Polo -mientras pueda y le permita la Justicia- de agarrarse al sillón de la alcaldía y no dimitir, pero francamente me parece intolerable que cuente con el respaldo del secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, que ha descartado una expulsión del alcalde o una suspensión cautelar. Alarte ha tomado la decisión de escuchar este jueves al primer edil "para tomar alguna decisión si es que hay que tomar decisión". Y mientras todo eso ocurre el juzgado de Instrucción número 1 de Picassent continua con las pesquisas para demostrar la corrupción en la construcción de chalets ilegales en suelos rústicos no urbanizables en Montroi. Un figura este Polo porque además se negó a entregar a la Fiscalía una documentación requerida para la investigación relacionada con los expedientes urbanísticos, cosa por la que se le imputa el delito de desobedencia. Todo un ejemplo el que da el alcalde.

No son precisamente insignificantes los presuntos delitos que se le imputan al alcalde y pese a ello su partido hace oídos sordos y no quiere ver lo que le concienzudamente está ahora poniendo de manifiesto y mostrando la Justicia. Sorprende pues el doble rasero de los cargos socialistas a quienes en los últimos meses se les ha llenado la boca pidiendo dimisiones por el caso Gürtel, aún siendo archivadas las causas contra Francisco Camps, Ricardo Costa y compañía, mientras que en sucesos que afectan de manera tan directa al PSPV se olvidan de pregonar esa moral que habían pregonado de manera tan incisiva en los últimos tiempos.

Pero en este caso la incoherencia da paso a la hipocresía y se instala en la desfachatez como antesala de la caradura, para adquirir –que diría Leire Pajín- proporciones planetarias porque hace sólo unas semanas Alarte, Elena Martín o el secretario de Política Municipal del PSPV, José María Ángel, habían clamado al cielo exigiéndole al PP que expulsase del partido al ex alcalde de Montroi, Javier Carrión, que había sido detenido en la misma operación por la que ahora permanece imputado el actual alcalde. Y es que a algunos se olvidan de que todos somos esclavos de nuestras palabras pero dueños de nuestros silencios.

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