Domeño - Valencia

El capitalismo nace, solo para mantener el dominio y las diferencias sociales.

Todas las reivindicaciones obreras, las dos revoluciones industriales todas la huelgas y manifestaciones reivindicativas de la clase trabajadora, resultan inútiles en un mundo donde el capital marcas las pautas.

La propuesta en Naciones Unidas, que presentó nuestro Presidente D. José L. Rodríguez Zapatero, puede que sea única, desde la creación de lo que yo llamo: Democracia Capitalista. Fue, “gravar todas las transacciones internacionales” para tratar de paliar el hambre en el mundo

Esta sensacional propuesta, tuvo solo el tímido apoyo de Francia, porque el resto (incluidos los países donde se pasa hambre) ni la escucharon. Así va el mundo.

Vivimos engañados y usados como conejillos de india sin darnos cuenta. Experimentan en el llamado tercer mundo, con medicamentos que no saben que efectos secundarios pueden tener, y si muere alguien ¿Qué más da?, si solo eran sudacas, negros o indios. (No experimentan con los chinos, porque ya se encargan ellos mismos de hacerlo).

El slogan del capitalismo es: producir, producir y producir al menor coste posible, para poder venderlo al mayor precio. Después juegan en Bolsa y, si les chivan algo importante, duplican o triplican sus ganancias sin necesidad de salir de sus lujosos despachos.

¿Por qué China es la segunda potencia económica del mundo, si de los 1.300.000.000 de habitantes que tiene, solo 40.000.000 son consumidores?. Porque se instalaron en todos los países del mundo y rompieron con precios bajos a casi toda la pequeña y mediana empresa local, aunque los productos que venden sean deficientes, y en algunos casos peligrosos.

Son menos agresivos aparentemente, que las cadenas de Burguer King y otros, pero en realidad son peores. Aquí no hubo milagro chino, hubo estupidez occidental evidente, tanto, que hasta los EE.UU lo están padeciendo.

Aunque el “ladrillazo” comenzado en la era Aznar haya hecho mucho daño en la economía española, no era suficiente como para provocar una crisis.

Con objeto de comenzar desde el principio, explicaré que crisis quiere decir: Cambio de signo, producido por causas no del todo conocidas (exceso de ahorro no invertido, desproporción de precios y producción entre bienes de consumo, y de producción, etc) que inicia una nueva fase. Sin olvidar también, la saturación de las producciones en relación con las ventas.

Como se puede adivinar fácilmente, no existe ninguna posibilidad de que los trabajadores produzcan una crisis, pero siempre terminan padeciéndola.

El gran capital está muy bien cubierto en ese invento que jamás entenderé ¿por qué fue aceptado?, y que se llama, Paraíso Fiscal. En una economía de mercado sana, un paraíso fiscal es como la oveja negra de la manada. Tan negra, que días pasados, escuchando a un economista de fama internacional y de probada imparcialidad, dijo: en este momento y en Paraísos fiscales, está la tercera parte del dinero circulante del mundo. De más está decir que semejante cifra me pareció una atrocidad, y me vinieron a la cabeza las situaciones de África y América Latina, donde producen más de lo que consumen pero se mueren de hambre y de enfermedades, por no disponer de medicamentos para paliar males tales como el cólera, cuya vacuna no supera los 0,20 céntimos de euro de coste.

Pero la pregunta a todo este atropello económico, es ¿por qué permitimos que esto suceda?. La respuesta más adecuada es que carecemos de capacidad de cambiar y usar la lógica, porque creemos que cambio significa retroceso y, en el peor de los casos, inferioridad, cuando la realidad demuestra que es un avance tremendo; es la propia evolución.

Hay personas que aún viendo que algo es de color negro, siguen afirmando que es blanco, quizás por arrastrar este paro evolutivo desde su niñez, o porque le conviene más mantenerse en sus trece y conseguir lo que quieren. Pensar con lógica resulta cada vez más difícil, algo de lo que se aprovechan los poderosos para dominarnos.

Hasta el mono es más lógico que nosotros en este momento. En pruebas realizadas con primates y niños, los monos demostraron ser más prácticos y lógicos. Aceptar una equivocación es como aceptar ser inferior, cuando lo lógico indica superioridad y avance intelectual.

En este punto, es donde inciden con virulencia quienes intentan dominarnos, porque se basan en las teorías religiosas que en todos los casos, permitían a sus fieles pensar solo en lo que ellos estipulaban. Desde que se crea el Cristianismo (siglo 1 de nuestra era) hasta el advenimiento de la Reforma en 1.517, la Biblia solo podía ser leída por los sacerdotes, al pueblo le estaba vedado). Hoy, esto se llama lavado de cerebro y aunque se siga practicando, empiezó a mermar, entonces se ataca a la educación. Se rompe el vínculo familiar, se descuida el entorno y se carga toda la responsabilidad en los educadores. Resultado: fracaso escolar, e ignorantes.

Esta resistencia a aceptar una equivocación o a cambiar de parecer, nace en el entorno familiar. Cuando un niño se equivoca, sus padres le reprenden, cuando lo lógico sería que le explicasen, una y mil veces si fuere necesario, el motivo por el cual se equivocó. Cuando ese niño se hace mayor, tiene totalmente asumido que es el dueño de la verdad y que no necesita ver blanco lo que es negro, entonces, ni adquiere compromisos ni respeta el espacio de libertad de los demás, por el solo delirante hecho de creerles inferiores. Así nace el Jefe de sección, el director inflexible, el que se queda con el negocio, el que invierte especulativamente en bolsa, ganando millones, para terminar siendo un capitalista descontrolado que oprime a sus trabajadores sin piedad.

Los lavados de cerebro los inventaron las Religiones, no la CIA como muchos creen. Todo comenzaba en la simple captación de la víctima, a la que se le convencía de que tras la muerte existía otra vida, ésta, de Paz, Mieles, Vírgenes, etc, o sea, hacían desaparecer la natural muerte y la transformaban en una vida abstracta indemostrable, pero efectiva a la hora de dominar grupos enormes de personas, cobrando impuestos encubiertos a los que llamaban donativos. (quien más donaba, más cerca estaría de Dios tras la muerte física). El resultado incluso, y con descaro, está a la vista de todos: El Vaticano, la pomposidad de sus miembros, el beso en el anillo cardenalicio, las enormes iglesias evangélicas de Francia, EE.UU, Alemania y otros, las Mezquitas, las Sinagogas, etc demuestran evidentemente que, la humildad de Cristo desapareció en un mar de oro,

Tras las dos revoluciones industriales y sobre todo tras la última, comienza a deteriorarse lentamente la educación pública, que se mantiene intacta y con más medios tecnológicos y educativos, solo en los colegios de pago.

El Capitalismo más agresivo comienza, allá por 1.970, a imponer presidentes en la mayoría de los países sud y centro americanos, donde existía una especie de pseudo democracia.

Habían perdido Cuba en 1.959, cuando asume el poder Fidel Castro y les planta cara porque pretendían fijar ellos el precio del azúcar y mantener el país como su prostíbulo privado. Tras varios intentos fallidos para eliminarlo, deciden bloquear todas las transacciones internacionales con la isla, como represalia. Aun hoy, Cuba sigue bloqueada y no me extrañaría que si se arregla el asunto, los EE.UU digan que fue Cuba quien los bloqueó a ellos.

En Argentina promueven el golpe militar que derroca a Frondisi, y tras cortos períodos de mandatarios civiles, asume la presidencia un militar. Vuelve Perón en el 73, muere en Asunción de Paraguay y se desata la locura. Asume la presidencia un perverso militar llamado Videla y, una especie de guerrilla civil que se había formado para combatir la corrupción política, la falta de libertad de los medios de comunicación, etc, es eliminada brutalmente junto con miles de inocentes, casi niños, que compartían sus principios. Se calcula que el número de muertos (o desaparecidos, como ellos les llamaban, supero las 20.000 personas).

En Valparaíso (Chile), la CIA planificó el golpe de estado contra Allende, elegido legalmente por el pueblo, como prueba de lo que luego sucedería en Argentina y Uruguay. Hubo dos golpes de estado; el primero fracasó pero el segundo, con la bestia del General Pinochet a la cabeza triunfó, hundiendo la democracia más estable que conoció ibero América. Pinochet actuó brutalmente contra quienes se oponías a su dictadura, y fue un asesino en todo el sentido de la palabra. El fue el que dio pie a las brutalidades que se cometieron luego en: Argentina y Uruguay, con militares de su talla.

A principio de los 80, cuando termina la ridícula guerra entre Inglaterra y Argentina, por las Islas Malvinas, los militares se retiran del poder ante la presión popular, se realizan elecciones libres y gana Raul Alfonsín, del partido radical (una especie de izquierda muy moderada). Como el Peso (moneda) Argentino estaba tan devaluado, cambia la moneda, le da un valor real y le llama “Austral”. La economía, a pesar de la tremenda deuda exterior que habían dejado los militares, comienza a recuperarse, entonces, cuando el Austral estaba a punto de cotizar como moneda internacional, el Fondo Monetario (guarida secreta del capitalismo internacional), le retira el apoyo. Alfonsín pierde las elecciones y asume el poder Menem, el ladrón más descarado que tubo Argentina. Puso de Ministro de economía a Cabalo (que era quien había producido la quiebra del BIR, Banco de Intercambio Regional), y quien permitió que las grandes empresas compraran directamente en el extranjero, con el aval del gobierno Argentino. Ninguna de esas empresas pagó y el Gobierno tuvo que asumir esas deudas, porque si no lo hacía, amenazaban con quebrar y dejar más de un millón de trabajadores en la calle. Muchas de esas empresas no compraron nada, solo depositaron los dineros de los créditos en Bancos Suizos y en cuentas numeradas.

Comienzan entonces las grandes multinacionales, a planificar lo que hoy llamamos Globalización. Se crean las grandes Corporaciones, con capitales más abundantes que los presupuestos de varios países juntos, y dirigen la política de infinidad de naciones desde las sombras. Toda África está en manos del capitalismo, aunque un nativo negro sea dirigente e incluso practicante musulmán. En los países Árabes sucede otro tanto, y solo en los más radicales, no pudieron entrar, de momento.

El caso de Irán (Persia) es uno de ellos, junto a Birmania y Corea del Norte. Cuando Irán era gobernado por el Sha, el petróleo lo explotaba un ingles llamado J. P. Guetty y el país recibía un 25% de beneficio. Cuando el pueblo, dirigido por el Hayatolá Jomeini derrocó al Sha, empresas multinacionales estadounidenses se hicieron cargo de la explotación del petróleo, dándole al país, un 50% de beneficio, pero esto duró poco tiempo, porque los Hayatolá les quitaron dicha explotación y se la dieron a expertos locales. Irán aguantó el tirón al estilo Castro y aún sigue así, con una pseudo democracia dogmática, que parece más un chiste malo que una realidad. Aun mantienen vigente la “lapidación” como método de ejecución, y la ablación a las mujeres. Espantoso.

En un artículo anterior, hice referencia a las “Cruzadas” como el error más estúpido de la época, y cuyas consecuencias aún estamos pagando. Iban a recuperar tierra santa, algo demencial he ilógico. Si tú hablas hoy con un campesino inculto y le preguntas ¿Qué es la tierra santa para él?, seguramente te responderá: la que da una buena cosecha. Esta respuesta inocente, está más cerca de lo que uno cree, de las malditas Cruzadas. La tierra Santa les importaba un bledo, tanto a los Príncipes que las realizaron, como a los curas que las fomentaron. Iban a por el oro y las riquezas que creían que estaban dentro de esa tierra.

Si se hubiera dialogado con los musulmanes, se habrían evitado miles de muertes inútiles por ambos bandos y quizás hoy, fuéramos todos uno, sin lapidaciones ni ablaciones, ni degenerados como los Torquemadas. Ya entonces y aunque no parezca cierto, el capital jugaba sus primeras basas.

La ruina de la sociedad radica en primer lugar, en nuestra incapacidad para cambiar, en

la negativa a reconocer nuestros errores y en nuestra falta de conocimientos, que nos hacen vulnerables.

En segundo lugar, los Paraísos Fiscales abarrotados de dinero robado al pueblo, al fisco y a quien ingenuamente se les ponga por delante. A la Bolsa de valores, algo totalmente especulativo que no crea trabajo. Y al poder de las multinacionales corporaciones que hacen y deshacen a su antojo, sin importarles a quienes perjudican.

Cuando se creó la Unión Europea, yo también pensé que iba a ser una solución y que unidos, seríamos indestructibles, pero se hizo mal. Estamos unidos económicamente siempre y cuando no nos pasemos demasiado de la raya, pero sentimental y culturalmente, seguimos igual que cuando éramos independientes y hasta da la impresión de que más vulnerables. Hoy que antes.

Para conseguir una Unión Europea fuerte, todos los países que la componen deben pasar a ser Estados adheridos y dirigidos desde un gobierno central fuerte. Debe redactarse una constitución para todos sin excepción, para pasar a formar parte de un solo país

Hay que eliminar tradiciones ridículas como la circulación al revés del resto, las negativas a aceptar la moneda única de la unión, la eliminación de las coronas con poder político (o religioso), crear una economía igual para todos y controlando los abusos desde la central gubernativa. Crear una nueva Justicia central, que sea efectiva, rápida

y ecuánime, que tenga fuerza para eliminar todos los Paraísos Fiscales, o al menos, los que se encuentran enclavados dentro del territorio europeo. Fortalecer la educación y la honestidad, en una palabra, transformar este disparate actual en una realidad latente, haciendo bueno ese refrán Árabe que dice: la unión hace la fuerza. ¡podrás romper fácilmente un fino palillo, pero te resultará imposible hacerlo, si unes y atas con un hilo, muchos de esos finos y endebles palillos!

El capitalismo, las grandes corporaciones, los paraísos fiscales, las bolsas, etc. Son la ruina y los culpables de todo lo que estamos padeciendo con esta crisis provocada por ellos, para poder dominarnos aún más, porque hace muy pocos días ya lograron desacreditar a los sindicatos.

O nos unimos o nos hundimos, no queda otra salida. . .