Yuncos - Toledo

Luis Aparicio Pérez
Director de Contenidos de INVERTIA


El día que el bueno del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mostraba vía Internet las soluciones a la crisis, van los mercados financieros y le responden a sus iniciativas. No se trata del discurso plúmbeo e “insolidario” que normalmente hace la oposición de Montoro y Rajoy. Al mercado no resulta tan fácil acusarle de no arrimar el hombro y de no querer participar en el desaguisado.
De una parte, el bono español a 10 años ha alcanzado su mayor diferencial respecto al alemán desde que el euro es euro, o sea, hace 10 años. Un bono español renta casi un punto más que uno alemán, lo que significa que al Gobierno le cuesta o le costará ese punto más captar dinero en el mercado. Un punto sobre ingentes cantidades de dinero es mucho…. ya lo saben los hipotecados con cuantías infinitamente más modestas. Nos alejamos, pues, de los baremos de los países de primera línea y retornamos a situaciones más propias de nuestro exotismo secular.

La otra respuesta a las medidas de Zapatero viene de la firma de calificación crediticia Standard & Poor´s que pone en vigilancia negativa a la deuda del Reino de España a largo plazo, situada ahora en la máxima solvencia de la AAA. Un camino que nos situó entre los grandes del mundo financiero en cuanto a solvencia y que ahora podemos desandar.

Estas dos noticias son indicativas de una expectativa de fuerte endeudamiento de la economía española, en gran parte prevista por el dato de paro del pasado año y las expectativas de 2009. El pasado viernes ya se reconoció que el INEM entrará en déficit y habrá que hacer aportaciones extraordinarias para pagar los subsidios a los desempleados.
Creo que todos estamos de acuerdo en el esfuerzo de apoyar a los más desfavorecidos (podemos ser cualquiera) en una crisis, máxime cuando nuestro sistema de protección social así lo establece y también lo recauda mes a mes en nuestras nóminas. Pero la respuesta de los mercados a las políticas de Zapatero y Solbes es que ese no es el único camino. No sólo se puede garantizar la cobertura de desempleo sino que hay que hacer todo lo posible y lo imposible porque no haya una parado más.
El discurso de las medidas sociales queda muy bien y es muy de agradecer, pero los mercados piden también soluciones para que el deterioro no alcance proporciones gigantescas tal y como él mismo teme. De cara a la progresía todo ha ido bien y todo se ha logrado, pero al mercado no le basta con muecas. Confío en que José Blanco no acabe solucionando este diferencial de un punto con Alemania y esta posible bajada de calificación con una crítica al capitalismo: también tendría positivo efecto de imagen… pero aquí hablamos de muchos euros de encarecimiento de nuestra financiación pública y privada.