Torrico - Toledo

La planta de residuos de la Mancomunidad del Bajo Tiétar expulsa restos contaminantes que caen al río antes de la captura para consumo de los municipios, según las asociaciones.

LTJ. M. / Talavera
Los vecinos de la Campana de Oropesa, Navalcán y Parrillas mirarán ahora el agua del grifo de distinta manera. Las asociaciones ecologistas Gredos Verde de Arenas de San Pedro y Amigos del Guadyerbas de Parrillas han denunciado a este diario la expulsión de restos muy contaminantes de la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos dependiente de la Mancomunidad del Bajo Tiétar. Se trata del líquido resultante de la descomposición de los desechos, que va a parar al río Tiétar antes de la toma de agua para los municipios de la comarca. «Lo más grave es que es para uso de las casas», precisaron.
Según sus testimonios, los vertidos van a parar al río Tiétar, antes de la zona denominada motores de Navalcán, donde se suministra agua para la Campana de Oropesa, Navalcán y Parrillas tras el paso por una estación depuradora. «Son restos muy contaminados, que contienen metales pesados y no se pueden ni respirar», comentaron ayer a este diario desde estas organizaciones. «Si se depura algo quitan, pero esos vertidos no son depurables con un tratamiento normal. Se lo están bebiendo», apostillaron.
Los ecologistas aseguran que durante las jornadas de lluvia se han abierto de noche las tuberías en estas balsas, que tienen además fisuras, y se desparrama el agua de las precipitaciones con un líquido resultante de la descomposición de todos los residuos concentrados en la planta de la Mancomunidad de municipios del Bajo Tiétar.
Según las dos organizaciones, integradas en la coordinadora en defensa del Tajo Medio y Gredos, lo habitual es que retiren estos residuos en camiones para someterlos a algún tratamiento. «Son altamente contaminantes y no deben estar sueltos», subrayaron desde la coordinadora, que apostilla que se deben imponer sanciones por este comportamiento.
El recorrido de los restos es el siguiente. El líquido sale de la planta de residuos de la Mancomunidad del Bajo del Tiétar y baja hasta un paraje conocido como La Peraleda. A continuación, cae en el arroyo de Los Molinos Barca de Peña, situado tres kilómetros antes de la zona de abastecimiento de la Campana de Oropesa.

Daño ambiental.-
Alrededor de una decena de municipios de la comarca toman el agua desde los denominados motores de Navalcán, y cuentan en esa zona con una planta de depuración donde se realiza el tratamiento. La coordinadora califica la denuncia de «bastante grave» por la alta contaminación que se vierte a un río que después se aprovecha para el abastecimiento humano y por el daño ambiental que se puede ocasionar en una zona rica, con la presencia por ejemplo de la cigüeña negra.
Este diario intentó ponerse ayer en contacto, sin éxito, con el presidente de la Mancomunidad del Canal Bajo del Tiétar y alcalde a su vez de Candeleda, Miguel Hernández, para que opinara sobre la denuncia.