Talavera de la Reina - Toledo

CARTA A DON JULIAN
Son conocidos los constantes ataques de don Julián a la directiva y cuerpo técnico del Club Natación Aqüis.
No sabemos realmente lo que persigue con tanto ahínco, quizás su vuelta a una directiva que pretendía manipular alegremente, el poder obtener una posible compensación económica por el supuesto gran daño sufrido por su hija.

En el Club Natación Aqüis conviven un gran número de niños que acuden a escuela, un grupo importante de federados, varios monitores y entrenadores, todos coordinados desde un grupo directivo que tan solo persigue la continuidad deportiva de este club.
Este año, a pesar de las críticas y el trabajo arduo de Don Julian en contra del club, se ha vuelto a batir records, tanto en número de niños que acuden a escuela, como en número de niños federados que compiten en distintas categorías, obteniendo resultados más que satisfactorios.
A los niños se les enseña no solo a nadar, sino todo lo que conlleva la práctica deportiva de la natación (disciplina, constancia, esfuerzo, etc.) y también valores morales importantes para el desarrollo de su personalidad (compañerismo, convivencia, respeto, etc.)

En algún caso aislado, los padres quieren hacer prevalecer su opinión deportiva sobre las decisiones de unos entrenadores que están perfectamente formados y titulados para ejercer su trabajo. Esto no solo va en contra del normal desarrollo de la planificación de la temporada, si no de la educación de los niños. No podemos acostumbrar a los niños a ser siempre los primeros y los mejores. Cuando toca perder o no obtener la mínima para el campeonato o no pueden entrar en el equipo de relevos, deben aceptarlo con normalidad y saber que tienen que seguir trabajando para conseguirlo en otra ocasión. Pero si en ese momento “papi” protesta y monta un escándalo les estamos haciendo flaco favor a nuestros hijos.
Al término de la temporada cambiarán a los niños de club: un club en el que aprendieron a nadar con sus amigos, niños que conocen desde que tenían cuatro o cinco años, con los que han compartido muchos días de competición, muchas horas de autobús, metros y metros de entrenamiento diario…
Después, esos padres, querrán a toda costa perjudicar al Club y hundirle si hay oportunidad, sin pensar en la cantidad de niños que están habituándose a hacer deporte y acostumbrándose a una vida sana, entre los que se encuentra mi hijo.
No se darán cuenta de que los primeros perjudicados serán sus propios hijos a los que, con su comportamiento, estarán excluyendo del grupo y quién sabe si en un futuro, marginando de la sociedad.

No me siento representado por Julián, no comparto ninguna de sus desavenencias con el Club Natación Aqüis, y me consta que, como yo, piensa la mayoría de los padres socios del Club. Estamos cansados de su afán de protagonismo. Presume de “Educar en valores”, pero no sabemos si empezó por su casa.
Un padre, socio del Club Natación Aqüis.