La Puebla de Montalbán - Toledo

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España fue, durante siglos, muchas cosas buenas y malas. Hoy es algo parecido a intentar introducir una especie de barra o varilla por una serie de piezas hechas con agujeros desiguales: cada uno de un diámetro diferente, hechos de materiales distintos y situados en diferentes posiciones.

No hay pulso que enhebre el invento, ni posibilidad de que nadie alinee aquello y funcione la maquinaria. Sin embargo, me resisto a creer que nada pueda hacerse. No escribiría estos artículos, en tal caso. Sigue habiendo, pese a todo, gente que lucha y se arriesga, empresarios dignos, funcionarios decentes, jóvenes solidarios y valerosos capaces de levantarse y trabajar cada mañana. De pelear, si hace falta. Amigos en quienes esperar y confiar.
Por eso duele más. Por eso ulcera el alma verlos maltratados por estas diecisiete Españas injustificadas, egoístas y ladronas, donde las ratas y los chacales depredan a su aire, envidiándose y odiándose a partes iguales, desmontando cuanto hace posible el respeto y la convivencia. Esa gentuza iletrada, infame, que ha hecho de la política su forma de vida y de nosotros su negocio, desvalija el país y se lleva por delante las instituciones en su ávida carrera por el dinero y el poder. Destroza el futuro.

La impunidad de esos golfos la garantizan millones de ciudadanos apáticos sentados ante el televisor, viendo el fútbol y a Belén Esteban mientras aceptamos, aborregados, que nos conviertan en un país miserable, cutre, exclusivo para turistas baratos de cerveza y vomitona.
Un lugar sin industria ni recursos propios, sin clase media, hecho de buscavidas y mendigos, de subvenciones mientras las haya, de put@s y camareros. Dicho sea con todo el respeto para las put@s y los camareros. Que, a este paso, serán quienes nos den de comer.
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El mayor homenaje a nuestra imbecilidad nacional tuvo lugar en el Senado hace unas semanas, el primer día que allí se utilizaron las diversas lenguas oficiales con traducción simultánea y pinganillo: […] un andaluz medio analfabeto [José Montilla], presidente autonómico [de Cataluña], hablaba con torpeza en catalán mientras otro andaluz [Manuel Chaves], casi tan analfabeto como él, vicepresidente tercero del Gobierno, escuchaba mediante un auricular la disparatada traducción a una lengua, el castellano, que ambos conocían –decir dominaban es excesivo– casi perfectamente. Y mientras, en sus bancos, encantados de estar allí, los cómplices de esos dos sujetos aplaudían.


(Arturo Pérez Reverte)



Esta "medida" (que se ha aprobado para el Senado) no es una broma: nos costará el primer año 1,4 millones de euros y los años sucesivos 750.000 euros anuales.
Lamentablemente no queda todo ahí. Pronto en el Congreso de los Diputados exigirán lo mismo los partidos nacionalistas y el PSOE apoyará la petición.
Hacen el ridículo más espantoso -nosotros consentimos la burla- porque todos los senadores y diputados hablan la misma lengua. El castellano, o español, que da lo mismo.

Otra ciudadanía distinta a la española no consentiría ni la mitad de los despropósitos de esta “gente”.


Un saludo.

Algunos confunden las churras con las merinas y otros, como Zapatero y los gobernantes socialistas, confunden el respeto a las lenguas propias de las comunidades autónomas españolas (gallego, vasco y catálán) con hacer el ridículo y malgastar el dinero.
Es de puro chiste que, en el Senado, dos personas que tienen la misma lengua materna (como Montilla y Chaves, cuya lengua materna es el castellano) necesiten, para entenderse, de los servicios de un traductor.
Y es de más puro chiste aún que ahora, cuando padecemos una crisiss económica gigantesca que acabará por hacernos pasar hambre, un presidente de gobierno como Zapatero decida gastarse 1.400.000 euros en innecesarios traductores, mientras, por otra parte, rebaja el sueldo a los funcionarios y congela las pensiones a los jubilados y recorta las ayudas sociales. Vamos, que ese señor irá de socialista por la vida, pero en realidad es un verdadero socio-t0nto.

"Esa gentuza iletrada, infame, que ha hecho de la política su forma de vida y de nosotros su negocio....."


Eso que dice Arturito me suena a mi a cosa de una cierta pajara que no anda.... uyyyyyyyyyyyy.... muy lejos....... uyyyyyyyyyyyyy.


Pio, pio que es la palabra de Arturo Perez Reverte, que yo no he sido.