Escalona - Toledo

En muchas ocasiones pasamos por malas experiencias, y hemos sentido una gran desilusión al descubrir la verdad, descubrimos un engaño o una mentira, estos sentimientos nos llevan a un estado de incomodidad, nos sentimos defraudados y la experiencia que tomamos de ello es la de procurar no volver a confiar otra vez en esas falsas promesas, dudamos de aquellas personas que nos han causado semejante desilusión.

Pero vista la situación, hay que tener en cuenta que al igual que otros valores, la sinceridad, no es algo de debamos esperar de los demás, para ser dignos de confianza y reconocer este valor para que así podamos tener amigos, aunque a veces ser sincero te lleva a todo lo contrario, te crecen enemigos por todos lados, he aquí mi caso en el Foro procuro exponer tal cual pienso y leo las cosas, pero casi la mayoría de las veces me lleva a enemistarme con otros participantes, de hecho no estoy y tampoco le doy importancia a las valoraciones de mis mensajes, pero si recalcáis en ello, en casi la mayoría son valoraciones negativas, se que expongo mensajes que muchos se pueden dar por aludidos, bien pues yo lo siento, porque practicare la sinceridad le pese a quien le pese.

Este valor al cual se le llama sinceridad es lo que caracteriza a las personas por su actitud congruente, pero para ello debemos de mantenerla en todo momento, y como base debemos de practicar la verdad de las palabras y nuestras acciones, porque si yo quiero ser sincero necesito decir siempre la verdad, (pero claro hay veces que también me equivoco, como ser humano que soy) esto que parece tan fácil es una tarea muy difícil para algunas personas, porque quien no ha utilizado una mentira piadosa en casos que consideramos poco importantes, por ejemplo nos pueden decir: ¿qué tal va ese trabajo?
Y nosotros contestamos: bien, cuando en realidad ni siquiera lo hemos empezado, porque nosotros creemos que es muy fácil y en cualquier momento lo tendremos terminado, como es lógico acabamos de dar como respuesta una mentira, y esta nos llevara a otra más grande y así sucesivamente, hasta que nos cogen y nos sorprenden.

Pero hay también ocasiones en las cuales, podemos inventar defectos o hacerlos más grandes en una persona, por ejemplo cuando ocultamos el enojo o la envidia que tenemos, nos creamos unos aires de superioridad dando a entender que nosotros estamos en lo cierto y que son los demás los que cometen errores, solemos mostrar lo inútiles y limitados que son.

Nuestra sinceridad, no constituye el único límite visible de este valor, porque también hay que tener muy en cuenta y presente nuestras actitudes, porque muchas veces queremos aparentar lo que no somos, nos la damos de mucho boato o postín cuando en realidad no lo tenemos, nos mostramos como personas ficticias, inteligentes, simpáticos, educados y de buenas costumbres, otro gallo nos cantaría si en realidad pensáramos en el dicho tan antiguo que hay, (dime de qué presumes, y te diré de qué careces), esto nos llevaría a una gran desilusión de descubrir en realidad como somos, y francamente entonces es cuando vienen las excusas diciéndonos, (no era como yo pensaba), (creí que era diferente), (si fuese sincero, otra cosa seria).

Así que todo esto nos demuestra, que no solo debemos decir la verdad para ser sinceros, sino que debemos de actuar de acorde a la verdad, y dejarnos de engañarnos a nosotros mismos, en una palabra ser sinceros, debemos de mentalizarnos de una vez por todas, de no hacer falsas promesas que después por un motivo u otro no seremos capaces de cumplir, no nos vale llenar nuestros buzones de proyectos que se quedan en agua de borrajas, lo que prometamos seamos capaces de cumplirlo, y si no podemos realizar nuestros proyectos por lo menos intentémoslo una y otra vez, para que así nuestra sinceridad triunfe frente a la mentira, esto es lo que la verdad esconde y que no nos tiene que servir como excusa de ninguna índole.

Gracias por leerme
luismgon

Bueno en realidad no debe importarnos como somos, ya que ello nos llevara a hacernos más congruentes entre lo que decimos, pensamos o hacemos, esta es la forma de lograr más conocimiento y que nos acepten nuestras cualidades, pero eso si, debemos de tener muy en cuenta nuestras limitaciones, ya que en realidad si interesamos a alguien no dudéis que nos querrán y aceptaran tal cual somos.

En alguna ocasión, puede que caigamos en el saco de faltar a la sinceridad por un error, por un descuido, hay que tratar de no descuidarnos en ello y no caer otra vez en las excusas (creo que quiso decir esto…), (me pareció que de la manera de proceder lo que realmente pensaba es que…) esos son excusas chabacanas, que no nos llevaran a ningún lado, aunque sean por casualidad y con buena intención, opinar sobre los demás o sobre un acontecimiento sin conocer los hechos, caeríamos nosotros en la profundidad de la mentira, así que para ser sinceros lo mejor es ser responsables en lo que decimos y pensamos, evitando así no trastocar los acontecimientos dando rienda suelta a nuestra imaginación y suposiciones.

Tener buen tacto, es uno de los requisitos para ser sinceros, que ello no nos lleve a encubrir la verdad a ser gandules y vagos al decir las cosas, tener en mente primero la verdad, saber coger el momento y el lugar antes de hablar, cuando y como debemos decirles a las personas algo que particularmente pueden incomodarlas, tener muy en mente que nuestro propósito en nuestros comentarios sirvan para ayudar, no hacerlo con desgana a disgusto, o no ayudarlo porque nos cae mal, si sabemos escoger el momento no dudéis que nos escucharan y descubrirán nuestras buenas intenciones para ayudarles a mejorar.

El requerimiento de este valor que se llama sinceridad, nunca debemos de justificarlo en dejar de dar nuestros consejos y comentar las cosas para no perder la amistad o el buen punto que tienen de nuestra persona, no nos debe de importar en creernos en la obligación de decirles, donde y como cometen sus errores.
Pero a la misma vez debemos de mentalizarnos que a nosotros mismos también nos van a corregir, ya que somos humanos, y también caemos en la falta muchas veces de faltar a nuestra sinceridad, sea por el motivo que sea, esto es un plan que nos resultara muy difícil aplicarlo, pero si sabemos decirlo y escucharlo como Dios manda, nos llevara a una buena convivencia entre nosotros.

El ser sincero es doloroso, lo sé, pero es el método de aplicar siempre la verdad, en cada momento, aunque nos cueste asimilarlo, sin temor a que nos pongan a parir, ni al que dirán, porque como ya he reflejado anteriormente el vernos sorprendidos por la mentira es más vergonzoso.
Con la sinceridad nos aseguraremos nuestras amistades, intentaremos el ser honestos con los demás y sobre todo con nosotros mismos, es la única forma de convertirnos en personas dignas de confianza, por nuestras verdades, las cuales reflejaremos en nuestro comportamiento, en nuestras palabras, y así esta circunstancia la convertiremos en nuestra forma de vivir nos hará mas confiables en todo lugar y circunstancia.

Así creo que demostrando a los demás nuestra sinceridad, nuestra verdad, no dándoles falsas promesas que no vamos a ser capaces de cumplir, por las circunstancias que sean, nos verán con otros ojos, estaremos preparados para afrontar la vida con sinceridad, con lo que la verdad esconde que nos cuesta tanto y tanto asimilar.

Gracias por leerme
luismgon