ESPERANZA AGUIRRE Y LA pePPerastia LIBEGAL: -La conversa paulina que en Enero de 2010 pedía la cadena perpetua y endurecer la ley del menor aprovechando como experta populista la indignación del pueblo por dos asesinatos de menores de edad en los que intervino el móvil sexual, hoy pide “libertad de expresión” para que un señor de 72 años se pueda jactar de que cuando tenía 31 se f0lló a “unas z0rr+itas de 13 años”. -La lideresa que envió un escrito a la fiscalía cuando un sindicalista del Metro dijo “vamos a reventar Madrid“ (refiriendose a que iban a colapsar la ciudad por no disponer de servicio de metro ) por si era una amenaza terrorista, ahora tiene claro que “Dragó habla en clave de ficción literaria”. -La “liberal” que hoy tiene clarísimo que no supone un peligro el fomentar “salir a f0llarse a z0+rras de 13 años“, es la misma que confundió realidad con ficción a propósito cuando lanzó la ”fatwa” contra el presentador de “El Intermedio” porque según ella “había hecho pasar por asesino” a un “liberal víctima de una agresión ideológica”…. en una pelea de taberna aderezada con meretrices y litros de alcohol. Cuando se trata de defender a uno de los ”intelectuales” de su secta libegggal, no hay bulo fascista que se le resista. -La que fue Ministra de Cultura y logró el hito de desayunar con Sara Mago y cenar con Camilo José Bécquer, nos invita a pensar en “las barbaridades escritas en la historia de la literatura”. ¡¡¡Sherlock Holmes se inyectaba morfina!!! En el Londres de Arthur Conan Doyle los fumaderos de Opio eran tan legales como la venta de heroína en las farmacias. Los filósofos griegos hacen apología del esclavismo en sus libros… hoy tenemos claro que supone una aberración, pero en la Grecia clásica era lo normal. En la época que vivió Lorca, las viudas se condenaban a sí mismas a morir en vida como ocurría en “La Casa de Bernarda Alba“. En la España franquista, seguro que no era difícil para los fascistas que ayudaban a sostener el régimen el llevar a la realidad sus perversiones. Incluído el desv+irgar niñas rojas de trece. Lo llamaban con acierto “libertad“. No importaba que alguien terminase en una cuneta si era necesario para que un fascista pudiese disfrutar de su “libertad”. En 1975 el cineasta Pasolini estrenó “Saló o los 120 días de Sodoma“, una metáfora de la decadencia fascista italiana aliada del régimen nazi durante los últimos días de la II Guerra Mundial …. a través de las relaciones sadomasoquistas, la manipulación, la tortura, explotación y humillación, retrataba la sumisión absoluta del pueblo a los ideales “intelectuales” del fascio. Hoy todos los movimientos populistas de derecha extrema en Europa tienen en común el pretender vendernos un sucedáneo de aquel viejo fascismo con envoltorio ”liberal“. |