Escalona - Toledo

A menudo solemos tener la sensación de que el tiempo se nos escapa, de que no lo aprovechamos como queríamos y, como consecuencia, de que malgastamos nuestra vida. Nos falta tiempo para hacer muchas cosas que deseamos y que son fortalecientes para nuestro enriquecimiento personal, sin embargo, perdemos mucho tiempo en otras que nos alejan de la realidad, del momento presente, sumergiéndonos en recuerdos dolorosos o en fantasías imposibles.

Junto con este tiempo perdido, también malgastamos mucha energía. Es más fácil dejarnos llevar por la inercia del día a día, es más cómodo, pero este camino no nos lleva a ninguna parte. Debemos decir ¡Basta! y coger las riendas de nuestra vida. No es un camino sencillo pero es el único que garantizará que vivamos nuestra vida, en lugar de permitir que la vida nos viva a nosotros.

“Sé tú mismo”. Esta frase la oímos por doquier pero, ¿qué significa exactamente ser uno mismo? Me vienen a la mente ideas como hacer lo que sienta y quiera, independientemente de lo que quieran los demás que haga. Aparentemente no parece muy complicado, pero el verdadero problema es que dentro de nosotros mismos nos encontramos con lo que queremos hacer y no podemos, lo que los demás desean que hagamos, lo que nos conviene, lo que necesitamos…

Por otro lado, hay que tener en cuenta que lo que deseamos, en muchas ocasiones, viene condicionado por la educación que nos han dado y el entorno en el que hemos vivido. Así que: ¿dónde se encuentra nuestro verdadero yo, aquello que somos realmente y que nos hace únicos? No obstante, el ritmo de vida que la mayoría de nosotros llevamos no nos deja “parar” la mente y sentirnos. Es importante que para ser tú mismo empieces a romper esta dinámica y que empieces a dedicar parte de tu tiempo a ti mismo, a sentir tu paz y a descubrirte.

Hay muchas veces que nos conformamos, con postergar, las tareas y las misiones que tenemos encomendadas para el cada dia.

Pero en realidad sabemos el significado de esta simple palabra: Postergar.

Postergar es el arte de huir del presente, del ahora. A menudo tenemos que hacer cosas que no queremos hacer porque no nos gustan o bien porque tenemos miedo a que nos salgan mal y las dejamos para más tarde. Con esta actitud solamente conseguimos cargarnos de ansiedad, malgastar nuestra energía y nuestro tiempo. Debemos enfrentar la tarea a realizar con optimismo y no amedrentarnos ante las dificultades que nos surjan por el camino, sino aceptarlas, es decir, aceptar que quizá no somos tan buenos como “deberíamos ser” y que quizás tardemos “más de lo necesario” en realizar una tarea, pero que nos entregamos a ella, la vivimos y la acabamos.

No te compares con los demás, dedícate a ti mismo y, si quieres, a crecer cada día un poquito más…

Recuerda que si vas por el camino recto quizás llegues antes a tu destino, pero te perderás bellos paisajes…

Gracias por leerme
luismgon