Versos - EL GALLO PRESUMIDO En mi corral tuve un gallo de muy bonito plumaje ejerciendo el tutelaje como dueño del serrallo. Siempre se pavoneaba delante de las gallinas con unas maneras finas, pensando las conquistaba. Era orgulloso y altivo, consciente de su poder y no se dejaba ver hasta ponerse atractivo. Pero en este gallinero también tuve un gallo viejo, que era el que daba consejo a su guapo compañero y es que entre otras razones nada más podía hacer, que el tiempo le hizo perder sus temibles espolones. Se me quedó muy pequeño, quedándole poca pluma por culpa de su reúma y dormía como un leño. A veces soltaba un canto al amanecer el día, pero apenas si se oía; parecía ser un llanto. El gallo hermoso miraba al otro con gran desprecio y éste era el “honroso” precio por los consejos que daba. Muchas gallinas había que sacaban su pollada, pero al gallo para nada de parecido tenía, que al viejo se parecía y ya pronto comprendí, que uno hacía el quiquiriquí y el otro el que presumía. El tiro por la culata al gallo guapo salía y el otro se divertía, que era de lo que se trata, porque gracias a su treta el gallo presuntuoso sólo pudo estar airoso como gallo de veleta. Cristino Vidal Benavente. |