Versos - ESPAÑA UNIDA, JAMÁS SERÍA VENCIDA España estaba unida y por eso ha ganado, pues todos han jugado con sólo un pensamiento y el pueblo tan contento, feliz y confiado ha estado siempre al lado desde el primer momento, al juego bien atento y el triunfo lo comparte también, porque fue parte de ese equipo glorioso, que ahora ya victorioso, agradece el encarte formando un baluarte que salió tan airoso. Ha resultado hermoso comprobar dondequiera que ondeó la bandera entre gran alegría cuando España metía algún gol al que fuera y era la patria entera la que así procedía. Nuestra gente salía a gritar con fiereza mostrando la grandeza de nuestra estirpe hispana y ahora ya no está vana lo que fuera entereza y una nueva firmeza ya se ve cómo grana. Cada región se hermana con las demás regiones, pues tiene mil razones y ninguna pequeña, que el mismo santo y seña, sin existir lindones, como si fueran clones, cada región enseña, pues aunque sea dueña de sus propias herencias, suelen ser diferencias que hasta incluso enriquecen y por tanto no empecen ni serán resistencias para tener vivencias que a la patria enaltecen. Ya se ve cómo crecen por doquier sentimientos en algunos momentos por demás importantes, vasos comunicantes de alegría y alientos y que a los cuatro vientos los mostramos triunfantes. No será como antes, porque Juan Español encontró en el futbol la memoria perdida y ahora ya compartida va a sacar del crisol para vivir su rol en la patria ya unida. Ganará la partida si en ello se obstinase, pues nos sobra la clase para hacerlo de sobra y manos a la obra, que ya tenemos base para lograr que arrase a la anterior zozobra. Si alguna maniobra de gente con malicia de forma subrepticia, con harto disimulo viniese con el bulo que la patria es ficticia, decid que esa estulticia se la meta en el culo. Nota: estos versos los hice con ocasión de la victoria de la selección española de fútbol, que se quedó campeona mundial en Joahannesburgo, en el año 2010 y los tenía arrumbados y me apetece airearlos, para hacerme la ilusión de que los españoles hemos olvidado nuestras diferencias definitivamente, haciendo piña. Pido disculpas por la última palabra, que soy excesivamente melindroso en el lenguaje, sobre todo escrito, pero me venía tan bien, no sólo por la rima, sino por la fuerza de su expresividad, que lo dejé, convencido de la comprensión de la gente.
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