Utrillas - Teruel

En el cielo las nubes jugaban con la luna y las estrellas no querían aparecer en ninguna de estas esquelas que con alevosía y perversa sintonía... entre muchas familias se cuela.

Era un verano para no recordarlo y le sucedió un otoño-invierno de tomo y lomo cuando moría el treinta y seis y, nació el año siguiente con los mismos síntomas que el anterior... muerte, dolor y lagrimas en largas noches de frío y miedo, había gatos aullando por los tejados, perros que le ladraban a la luna y cientos de ranas con desgana... pues no querían cantar canciones de muerte y desesperación.

En aquellas calles de tierra y piedra las botas de los “justicieros” soltaban sonidos sordos a sus pasos, sonidos que para muchos de mis vecinos eran cómo los graznidos que suelta un cuervo cuando tiene a su presa cerca, sonido que helaba la sangre de la gente que acostadas en sus camastros esperaban el pon-pon de su amarga suerte "LA MUERTE".

El objetivo de los ejecutores no sólo era matar al “reo”, también, atemorizar a la población con el constante goteo de sus “paseos”, de esta cruel manera vivían su pesadilla de lo más despierto... la mayoría de la gente de mi pueblo, durante un tiempo, que para unos fue mucho tiempo y para otros una eternidad esperando su momento.

Aquellos ruidos de pasos cortos se clavaban en las entrañas de la gente como puñales al rojo vivo, la esperanza por bandera todo el mundo la lidera detrás de una puerta de vieja madera, ¿Por Dios qué no nos toque a nosotros? Imploraba una madre. Pero la angustia, esa vieja podrida y retorcida, a la esperanza una noche más vencía.

El tiempo se hacia eterno, el ruido cada vez sonaba más cerca, la zozobra se desbordaba entre lamentos de unos mártires de alcoba, afloraban las lagrimas entre los tiritones que te impone el miedo, los sufrimientos iban en aumento... muchos de ellos cargados de estos tristes lamentos.

“Si a mí me toca madre no padezcas porque a lo mejor por... la mañana me sueltan” “Si a mí me toca Manuela cuida de nuestros hijos... hasta que yo vuelva”.

Y lo que tenía que pasar pasó por orden de un General... y muchos “lacayos” o “señores” de la guerra, que lo quisieron con sus hazañas superar.

Tanto monta, monta tanto, los quedaban el nombre de la victima, cómo aquél que firmaba la sentencia o el verdugo que ejecutaba la orden.

La comitiva se para frente a su puerta, los corazones de aquella pobre gente se desbocan, sus cuerpos tiemblan, ese maldito pon-pon detrás de su postigo suena, se oye una voz que retumba como un cañón en el silencio de la noche “Fulano, abre la puerta” ¿A dónde me llevan? A dar un paseo... hasta que las tinieblas desaparezcan más allá del amanecer y la luz del sol tú ya no la vuelvas a ver.

Eran momentos de abrazos eternos, abrazos desgarrados que tiraban de su cuerpo, llantos sin consuelos, niños que nunca olvidarán la escena, una voz con más orden que compasión, acaba con esta estampa que nadie la quiere como instantánea para colgar en la cabecera de su cama.
¡! Ya está bien! “Venga que nos vamos, dejaros de más historias y en marcha”.

La comitiva de nuevo se pone en movimiento y en las demás casas el horror por esa noche descansa, el run, run del taconeo cada vez se oye más lejano... El drama de aquella familia recorre todas las paredes de su casa sin freno para su pena.

Antes del ajusticiamiento un cura de negra sotana quiere confesar al “reo”, macabra escena, ¿Por qué pecado? ¿Por qué causa? ¿Contra que Dios pecó éste prisionero? No, señor cura, al cielo se llega sin maldad ni hipocresía...y dando por la humanidad lo mejor de tu vida.

Unas insensatas balas sacan astillas de cal de las paredes del cementerio y el cuerpo de un vecino de mi pueblo se desploma gimiendo a muerto, regando con su sangre las hierbas que tiene el pavimento.

Allí yacen sus restos, inmóviles, sin aliento y con los ojos vueltos, lo dejan tirado con total desprecio, para que sea enterrado como un animal con otros compatriotas por el mismo delito muertos...

Son gente que muere por una causa que no justifica ningún entierro.

Sin ser ningún familiar el que haga de enterraó y dé sepultura a sus cuerpos... y sin embargo hoy, cuando poder algunos pueden enterrarlos como seres humanos, muchos le llaman remover el pasado...ése que durante tantos años silenciaron con su dolor y miedo.

Allá en la lejanía de una casa sin consuelo, se oyó un ruido de balas... Y lamentos como estos:
Una madre sin brizna alguna que aplaque sus penas, a sus hijos le dice “Padre a muerto” y abrazándose a ellos un mar de lagrimas a su alrededor a esta familia los baña...
La impotencia, el dolor y el miedo se reparten a partes iguales, y una madre exclama al oír el estruendo de una criminal escopeta... “Mi hijo a muerto”
A esas familias les arrancaron de sus manos a sus seres más queridos, como se arranca una mata de garbanzos, lo han matado sin haber entrado en combate, sin haber luchado en una de esas guerras dónde los hombres se matan frente a frente mirándose a los ojos.

¿Por qué esta inmundicia ajena a cualquier moralidad como persona?

¿Puede morir de esta manera alguien por sus ideas? siendo así, que muerte más ruin... pues el medio no justifica el fin.

El final de este triste camino es compartido por la ley de un Rey divino, que ni verdugos ni victimas nunca conocieron, Rey que de existir, nos preguntará por lo que hicimos y, algunos no nos sabremos el catecismo por mucho que hayamos practicado el catolicismo.

Tengo que decir, porque estaría faltando a la verdad, que por el otro bando también hubo muertes del mismo calado, que describiría con las mismas connotaciones y en la misma línea, pero hoy estoy escribiendo sobre este panteón, dónde la respuesta fue tan desmesurada como innecesaria.

Escribo pasajes de una guerra patricida donde se dio a veces una lucha, entre hermanos, amigos, parientes o vecinos, y en la mayoría de los casos las rencillas superó lo establecido por la ley de cualquier humano que se aprecie de tal...
Una guerra que si no fuese por su crueldad manifiesta, la firmaría el propio Gila para sus parodias de humor... por lo que resulta aún más triste concebirla y por supuesto admitirla.

PARA LOS QUE QUEDAN SIN LAGRIMAS

KALI VAYA RELATO ME NUDA LETANIA QUE HAS PUESTO PERO EL RELATO ES CIERTO
PERO PON LOS UN POCO MAS CORTOS QUE ME HACEN CHIRIBITAS LOS OJOS DE TANTA LETRA.
ESTA MUY BIEN UN SALUDO DE A PELA

Muy triste,Kali.Precioso,pero triste.
A ver si la próxima vez pones otro más alegre,hombre.Con menos desgracia,no se...