El día de la boda, Marianico, el novio se está poniendo las botas con el banquetazo y sus amigos empiezan a corear: - ¡Que hable el novio, que hable el novio! Marianico se levanta y con la boca llena dice: - Da Marudja data embdazadda... Su novia le da un fuerte pellizco y le dice: - ¡Te han dicho que hables, no que confieses!