Teruel - Teruel

La situación: tú y tu amigo (supuestamente heterosexual), están compartiendo una ducha luego de sus rutinas de ejercicios. Él tiene su cuerpo mojado, descubierto, desnudo, y a un par de pasos de donde tú estás. Una magnífica oportunidad para desplegar tus dotes. Incluso ves cómo las gotas de agua caen por su cuerpo, desde su ondulado cabello, recorriendo su pecho y van a parar justo ahí, ya sabes. De repente te sorprende con esa mirada. Sí, "esa" mirada, la que tan bien conoces. Tal vez no lo quiso hacer, pero tú lo has entendido de esa manera, como una respuesta a tu contacto visual. Es inevitable que tras el interminable momento en el que cuestionas qué hacer, una pregunta te venga a la mente: ¿realmente es heterosexual?, o ¿alguno de los dos es gay y limita su exclusividad a hombres tan apuestos como el que tengo frente a mis ojos?. ¿Acaso crees posible poder llegar a sacar semejantes conclusiones con un cruce de miradas, algo especial que se pueda reconocer a "simple vista"?. ¿Qué queremos decirte con esta hipotética, y dudamos que irreal, situación?. Estamos apuntando a lo que nos hemos propuesto en llamar "Sexto Sentido", o tu "gaydar".

Muchos hombres gays creen que pueden decir, muchas veces incluso antes de un cruce de palabras, quién es miembro del "Club". Nunca ponen en cuestión su funcionamiento y los resultados conseguidos, pero demanda un arduo trabajo de indagación, seguimiento y reconocimiento a lo "Sherlock Holmes". Eso sí, cuando salieron del closet, no te sorprendas si ves a más de uno moviendo sus manos y sus caderas, al grito de quién está en la misma, quién es el reprimido o hasta cuáles son los puntos de encuentro público. Vas a encontrarte con dos extremos. Por un lado, aquel que te llevará tiempo evaluar y descubrir; por el otro, la "loca" liberada que monta un show a lo "jack" para hacerte saber, con orgullo, "Soy gay".

Todos sabemos cuándo hemos hecho La Elección. Gay se nace, o se hace según los casos de repentinos cambios tras la "primer degustación" (primera pero no última). Pero también se aprende, consciente e inconscientemente. El Ser Gay está íntimamente condicionado por lo que nos rodea. Entonaciones de la voz, modos de caminar, expresiones faciales, gestos; todas estas son marcas que permiten reconocer tu membresía al club G y que compartes con otros que están en tu misma situación, y que por supuesto, los reconocerán automáticamente. Después de todo, ahí está la idea de compartir códigos. ¡Celebremos la comunidad!.

Conocido por algunos como un mecanismo de supervivencia en la selva del Ser Gay, reconocimiento mutuo en un mundo hostil, es también a veces una cuestión de "encuentro inconsciente". Esto lo puedes comprobar con el simple hecho de lanzarte a la calle y zambulliste en la profundidad de la mirada de algún hombre. Es obvio que te vas a encontrar con diferentes aguas por nadar. Si estamos hablando de un heterosexual, no va a mantenerte la mirada, interpretando tu atención como un gesto de invasión a su espacio o hasta un acto de violencia. En cambio, si estás frente a un gay, recibirás como "amable devolución" unos cuantos segundos de atención, o hasta una invitación navegar sus "aguas". El cruce de miradas va a codificar frases como: "Guau, eres un tipo interesante, ¿quieres conectar?. Es un hecho probado: la mirada fija expresa deseos compartidos.

Convengamos también que dentro de la comunidad existen diferencias. En la diversidad está el buen gusto. Tenemos varios equipos dentro de este gran club que conformamos. Que compartamos algunas manías, gestos o manierismos no pretende hacer absoluto un estilo. Tenemos un ritmo o tono de voz como promedio, aceptable, pero los extremos de agudos ya hablan de las "porristas" que tanto nos aclaman.

Claro que no todo es simple. Cuando nos referimos a "trabajo arduo" hablamos de las otras huellas significativas, superficiales y de difícil reconocimiento inmediato. Desde un jean 501 hasta los cargos de bolsillos múltiples, camperas largas de cuero, hasta lentes acaramelados y ergonómicos, aros, tatuajes y piercings en la lengua son algunos de los tantos elementos que requiere una "producción bien masculina y estilizada a lo alternativo". Así que no pases por alto estos detalles, es posible que ese muchacho que ves con una actitud tan masculina y que continuamente te hace preguntar qué tan heterosexual puede llegar a ser, esté más liberado y fuera del closet que tú mismo. Estamos en una clara homogeneización en lo que puede llamarse un "Estilo Gay". Para comprobar esto, simplemente recorre los locales de ropa en tu avenida o shopping y notarás que tan ambigua es la producción que te proponen las marcas, y será imposible que te resistas a sumarte a esta nueva moda de camisas, pantalones, sweaters y bolsos deportivos.

En toda esta "duda existencial", alguna vez te habrás preguntado sobre la condición sexual de tu mejor amigo. En lugar de esperar pasivamente la respuesta, debes ir por ella. Ser Gay es una cuestión de identidad y dependiendo de su personalidad, se abrirá ante ti; aunque no dudamos con que llegues a encontrarte con situaciones en las que la respuesta se acotará a: "sólo tengo sexo con hombres". Esto último se conoce como "Homosexualidad Situacional", eso que tu madre cree que es sólo una instancia de tu vida. Aprovéchala.

Más allá del simple radar que llevas inconscientemente encima, y que tienes bien adentro a esta altura, los signos del reconocimiento también los puedes ubicar en los gustos sexuales, no sólo en la orientación concreta. Estos gustos los podrás destacar en vestimentas y detalles de producción provocadores que podrían estar presentando ante tus ojos a un semental o el más energizante de los hombres con quien te hayas cruzado en los últimos tiempos.

pos eso

te abras cansao de escribir no??

hombre eso es copiado.. no escrito .. joer no jodas