Belmonte de San José - Teruel

Hoy dia 12 de Mayo de 2011, ha fallecido mi tío Pablo, fué una persona entrañable que siempre tuvo una sonrisa y una palabra agradable, jamás le ví enfadado, todo lo contrario, cuando ocurría alguna cosa que se salía de contexto, como algún chismorreo, tan dado en los pueblos pequeños, él movía la cabeza y siemmpre decía... deja pasar que no tiene importancia...

Siempre hizo mas agradables las misas con sus manos, esas manos que cuando hacía frío decía: "no se com puc toca el piano en misa perque fa un fret... se me queden los dits chelats...". Eso ocurría muy a menudo porque en Belmonte los inviernos...¡¡Fueron tantos años estando ahí!!.

Cuando se puso malito, propuse aquí en el foro hacer un pequeño homenaje, sencillo, sólo una nota de agradecimiento que se merecía enormemente, pero como tantas cosas.... quedó en saco roto.

Que pena que ahora ya no se puede, ahora ya no está con nosotros. Lo más importante de estos acontecimientos es hacerlos en vida.

Tío Pablo, te veo en tu "fustería", siempre contento, silbando y trabajando, ahora mismo te imagino y huelo a la madera de tu taller, en fin, es una etapa que ha acabado pero que siempre estarás en mi corazón. Te quiero.

Allí donde estés, un abrazo muy grande de tu sobrina.

Julia Mompel Zurita.

El silencio fue lo que más evidenció tu falta, tío Pablo. Emocionados asistimos a tu funeral, sin el eco de tu maestría al interpretar la música, sin palabras, ahogados. Más de 70 años se ha escuchado el sonido del pentagrama vinculado a tus manos en el templo parroquial. Me decía la mamá que cuando eras niño te ponían unos tacos de madera para que tus pies pudieran llegar a alcanzar los pedales del armonio. Empezaste de bien jovencito y ya no lo dejaste. Don Cele se quedó admirado por tu oído musical. Todos los domingos, bautizos, bodas, comuniones, entierros, etc., siempre ahí., junto a tu hermana Paz y a tu mujer Esperanza. Has sido un lujo, tío Pablo, para nuestro pueblo. Me uno al sentimiento de Julieta, cuando rememora tu carácter afable, tu sentido del humor, tu predisposición siempre para todo. Recuerdo tus dedos rudos, de trabajar la madera, que luego se convertían en finos cuando acariciabas el teclado.
Para acabar, voy a tomar la palabra de Ramón Mur, que tituló un artículo de Sol de Vila de esta manera: “Madera de músico”, me pareció excepcional. Si señor, MADERA DE MÚSICO.
Un beso tío, estarás en buena compañía.
J, Javier de Miguel

Muere Pablo Martín Marqués, el último organista de Bellmunt
Publicado el 05/12/2011 por Ramon Mur
Pablo Martín, sentado a la puerta de la iglesia de Bellmunt, junto a su esposa Esperanza Zurita y otras mujeres de la localidad.( falta la foto que aparece en el artículo)
Ramón Mur
Zaragoza, 12 de mayo.- Pablo Martín Marqués, el último organista de Belmonte/Bellmunt, ha fallecido esta madrugada en el Hospital Comarcal de Alcañiz a los 84 años de edad. El funeral y entierro tendrán lugar esta tarde, a partir de las 19 horas, en la iglesia parroquial y en el cementerio municipal de Belmonte.
Pablo Martín Marqués nació en Belmonte/Bellmunt y era hijo de Rafael Martín y Enriqueta Marqués. Pablo Martín aprendió solfeo y piano con el sacerdote guipuzcoano Celedonio Múgica Aguirre, conocido popularmente como don Cele. El abuelo materno de Pablo Martín, José Miguel Marqués, adiestró a su nieto en el manejo del órgano barroco de Belmonte, construido por los organeros hermanos Turull de Calanda, en el siglo XVIII.
Pablo Martín, de profesión ebanista-carpintero, fabricó un zócalo de madera de olivo para el altar mayor de Belmonte, por indicación del párroco Juan Bautista Quílez, en los años sesenta del siglo pasado. De sus manos salieron todos los bancos que en la actualidad tiene la iglesia y que Pablo los hizo tomando como modelo a los del histótico templo de Los Corporales de Daroca, aconsejado por el sacerdote Andrés Estrada, natural de Belmonte.
Junto a su hermana Paz Martín Marqués, y bajo la tutela de don Cele, Pablo Martín fue hasta hace pocos años el alma del coro parroquial de voces mixtas que el músico y cura vasco dejó como legado para esta localidad del valle del Mezquín, en el Bajo Aragón.
Con el fallecimiento de Pablo Martín, Belmonte pierde al último organista de la iglesia parroquial de El Salvador, a un artesano reconocido y a una persona entrañable y muy querida en la localidad.

Ramón, Gracias por el artículo que resume muy bien la vida de mi tio Pablo.

Tio guardare siempre en mi memoria tu viva mirada y tus últimas sonrisas que me dedicaste en Semana Santa y las conversaciones que mantuvimos sobre tu aprendizaje de solfeo junto a la mamá, el yayo José Miguel y posteriormente con Don Cele.
Te recordaremos siempre con mucho cariño.

Miguel Angel de Miguel Martín.

Pablo; doy gracias por haberte conocido, no por tus dotes de organista, ni de artesano carpintero, ni de etc..., solo de te doy las gracias por ser una de las mejores personas y mas cabales que tuvo este pueblo.
No dejaras huella en lo escrito, ni en los hechos, ni lo dichos (como otros) pero has dejado una huella en nuestro corazón, por lo menos en el mio (y no soy ni sobrino, ni familia) Descansa en paz.

No se quien eres, no has dejado firma en tu escrito pero agradezco mucho tu escrito. Gracias.
Estaba revisando el ordenador y ha salido el foro de Belmonte.
Como me ha alegrado leer, estas sencillas palabras, en las q se palpa el cariño y aprecio hacia una persona, no por lo que hace sino por su corazón, por su forma de ser.
Se fué una gran persona, humana, con un gran corazón.
Merecía unas palabras del pueblo, no se, un algo ANTES de morir, costaba tan poco... se hubiera alegrado muchísimo...ahora ya no necesita nada...
Un beso muy grande allí donde estés, seguro que estás con Esperanza, tu mujer, también una gran persona.
D.E.P, los dos.

Julia Mompel Zurita.