Belmonte de San José - Teruel

Siete años de vacas gordas y ahora más flacas que la radiografía de un silbido, y aún se empecinan en sus teorías, es alucinante. Mientras no se ha visto amenazada la integridad, casi física, de mi persona y de mi familia nunca me he movido. Pero viendo el panorama y la tozudez que persiste en repetir contántemente los mismos errores, no quedan otras pelotas que intentar intervenir. Y no me apetece nada. Me parece una "castaña" utópica la línea política que se ha seguido en España desde hace ya algunos años, a nivel nacional, regional, provincial, comarcal y municipal. No sé con qué intenciones, porque no estoy metido en la cabeza de nadie y entonces no puedo asegurar nada en cuanto a qué ha movido a otros a actuar como lo han hecho. Lo único que pienso es que se ha creado como una "subcultura" acomodada a la subvención que está minando los fundamentos básicos en los que se sustenta una nación. Que cada vez las personas están menos instruídas y hasta se regodean de ello, que hay gente que vendería a su "madre" (dicho en plan metafórico) por conservar su sillón, que los valores se los están "reinventando", que no prima la cordura en la toma de decisiones, que nos están desintegrando en todos los sentidos. Me siento viviendo en un absurdo y no sé ni hacia donde voy. No me gusta y punto. Al que le parezca bien, bien y al que no, con viento fresco.